BANNER página WEB.

Buscar

viernes, septiembre 28, 2012

87ª entrega


El lobGallego.


- ¿No comes o qué? -Calos me sobresaltó con su pregunta- 

 - Estaba recordando mi niñez.

 - Eso no alimenta el cuerpo.

 "Carlos alzó un trozo de empanada"

- Esto sí.
 - Tienes razón en parte, los recuerdos no nutren el cuerpo, pero si azuzan la mente.

 “Acerqué el cazo lleno de caldo al fuego, debía centrarme en el siguiente paso, no perderme en el pasado. Pasamos aquellos dilatados minutos engullendo lo que podíamos, temerosos de que se abriera la puerta, y tuviéramos que comenzar con saludos y jaculatorias.” 

 - Luego le diré a mi cuñado que me acerque al pueblo. ¿Tú que vas ha hacer? 

 - Quiero pasar por casa, tengo correspondencia de Londres pendiente de ver. 

 - Si quieres te acercamos cuando vuelva Mariano del pueblo. -le ofrecí- 

 “Carlos se limpió la boca con un paño, que sabe Dios quien, había utilizado para vete tú ha saber qué.” 

 - No gracias, ya me buscare la vida, solo son cuatro kilómetros. 

 - ¿Qué hora es? -Necesité situarme en el tiempo-

 “Carlos soltó el reloj de su muñeca, miró la hora y lo tendió en mi dirección. Lo acepté.” 

 - Ya cogeré uno en casa

. “Se dirigió a la puerta con pinta de olvidarse de algo.”




- ¿No comes o qué? -Calos me sobresaltó con su pregunta- - Estaba recordando mi niñez. - Eso no alimenta el cuerpo. -Carlos alzó un trozo de empanada- Esto sí. - Tienes razón en parte, los recuerdos no nutren el cuerpo, pero si azuzan la mente. “Acerqué el cazo lleno de caldo al fuego, debía centrarme en el siguiente paso, no perderme en el pasado. Pasamos aquellos dilatados minutos engullendo lo que podíamos, temerosos de que se abriera la puerta, y tuviéramos que comenzar con saludos y jaculatorias.”


Arte inconformista.

lunes, septiembre 24, 2012

Fotos Lezo




Arte inconformista.

"El fisgón"


La perversa curiosidad humana.
El fisgón que hurga en la intimidad ajena.
El curioso enfermizo.
El que no enseña nada y lo quiere ver todo.
Ventana hacía el interior.




El fisgón que hurga en la intimidad ajena. El curioso enfermizo. El que no enseña nada y lo quiere ver todo. Ventana hacía el interior.












Arte inconformista.

86ª entrega.


El lobGallego.


“Mis intestinos rugieron como un viejo y solitario hambriento.”

 - Confiemos en que aparte de agua, encontremos algo sólido que llevarnos a la boca..
 - Antes mientras sorteaba la avalancha de preguntas, creí ver caldo y algo de jamón.

 “Carlos entró en la cocina abriendo una de sus dos puertas, me pegué a él como una sombra. Nos llevamos una agradable sorpresa, todos los vecinos, amigos, y conocidos de la familia, se habían hartado de comer y de beber, abandonando después las sobras en la mesa. Hallándose ésta cubierta de vasos, platos y fuentes. Daba la impresión de que un nutrido grupo de náufragos hubieran expoliado la cocina en un arrebato de glotonería incontrolable. Se suponía que aquello era un velatorio, cuando los restos esparcidos, y el lamentable aspecto que ofrecía la cocina en general, parecía indicar la posibilidad de que allí hubiera tenido lugar una frenética juerga.”

 - ¡Que suerte! -se sorprendió Carlos- hay más de lo que recordaba, mira que pinta tiene esa empanada. - Toda tuya, prefiero empacharme de caldo y rematarlo con exquisitas filloas.

 “Aquella cocina siempre me había intrigado. Desde mi más remota infancia siempre fue el lugar preferido para mis juegos y andanzas. Su amplitud, sus dos niveles, su antigüedad, y sobre todo su pozo, habían creado en mí la mayor sensación de aventura y misterio que pudiera desear un niño. Miraba las viejas sillas de madera trabajadas por las expertas manos del ebanista, y creía e imaginaba ver sentados en ellas a mi bisabuelo y a los hermanos de su esposa, separando las mejores mazorcas de maíz o decidiendo cual era el mejor momento para hacerse a la mar. Observaba de crío, la robusta mesa de roble donde antaño se preparaba la masa del pan y literalmente puedo afirmar que mi imaginación era capaz de recrear escenas familiares que bien pudieron ocurrir más de un siglo atrás, siendo capaz de respirar el aroma de pan recién horneado. Oía el eco de conversaciones centenarias mantenidas en gallego por la bisabuela y sus hijas... De sus paredes colgaban ollas, cubiertos, y cacerolas, de al menos un siglo y medio de antigüedad. Acariciando con mis infantiles manos la pulida superficie metálica de aquellos utensilios, sentía como se creaba un nexo de unión mística con mis antepasados. Se puede decir que siempre me fascinó el paso del tiempo, y el tinte nostálgico con el que envuelve a los objetos. Gustaba de recuperar la historia no escrita de las cosas cotidianas, imaginando hasta el último detalle. La boca del pozo me seducía con sus leyendas silenciosas, en su interior ocultaba mi imaginación tesoros y secretos, a los que se unía el miedo hacía lo desconocido.”




Miraba las viejas sillas de madera trabajadas por las expertas manos del ebanista, y creía e imaginaba ver sentados en ellas a mi bisabuelo y a los hermanos de su esposa, separando las mejores mazorcas de maíz o decidiendo cual era el mejor momento para hacerse a la mar. Observaba de crío, la robusta mesa de roble donde antaño se preparaba la masa del pan y literalmente puedo afirmar que mi imaginación era capaz de recrear escenas familiares que bien pudieron ocurrir más de un siglo atrás, siendo capaz de respirar el aroma de pan recién horneado. Oía el eco de conversaciones centenarias mantenidas en gallego por la bisabuela y sus hijas... De sus paredes colgaban ollas, cubiertos, y cacerolas, de al menos un siglo y medio de antigüedad. Acariciando con mis infantiles manos la pulida superficie metálica de aquellos utensilios, sentía como se creaba un nexo de unión mística con mis antepasados. Se puede decir que siempre me fascinó el paso del tiempo, y el tinte nostálgico con el que envuelve a los objetos. Gustaba de recuperar la historia no escrita de las cosas cotidianas, imaginando hasta el último detalle.


Arte inconformista.

domingo, septiembre 23, 2012

Paisaje onirico


Visión juvenil de la bahía de la Concha.
Ensoñaciones que modifican la realidad.
Colores "imposibles" en la naturaleza.




Visión juvenil de la bahía de la Concha. Ensoñaciones que modifican la realidad. Colore
s "imposibles" en la naturaleza











Arte inconformista.

85ª entrega El lobo Gallego


El lobGallego.


“Giré ciento ochenta grados y aceleré el paso hacía el umbral de la puerta. Entonces me percaté en las bisagras libres de ataduras, la puerta al igual que la cama y resto de mobiliario habían sido oportunamente retirados. Mis ojos humedecidos se cruzaron con la mirada de Carlos el salvador. Crucé el umbral sintiendo como las miradas se clavaban en mi espalda y costado con la misma intensidad que una saeta disparada con ballesta de combate.”

 -...Ahora y en la hora de nuestra muerte, amen...

 “Torcí a la derecha para a los pocos segundos darme cuenta de lo equivocado de la dirección. Llegué a un punto de aturdimiento próximo al tope permitido. Volví ha cruzar frente al umbral de la puerta.” 

 -...Gloria al Padre, y al Hijo, y al espíritu Santo...

 “Al fondo del pasillo divisé por el rabillo del ojo a mis padres en animada conversación con Claudia y Amador. Mi madre sobrellevaba la muerte de la abuela con entereza, seguro que después de todo un viaje lleno de lagrimas que literalmente la vació por dentro. Vi como se despedían de mis tíos buscando las escaleras que Carlos y yo habíamos utilizado al bajar de la habitación. No supe si arriesgarme a entrar en la cocina ha comer algo. Lo normal sería encontrar a la abuela preparando algún plato para los invitados. Pero esta vez no iba ha ser.”

 -...Santa María, Madre de Dios...

 “Aquello me decidió definitivamente, Carlos salió como una exhalación y se unió a mi frenética huida a ninguna parte.”

 - Ahora comprendo en su justa medida tu afirmación de antes al llamarlas “viejas beatas de postal.”

 “La puerta de la cocina estaba cerrada, la gente que pudiera estar dentro era una incógnita.”

 - Eso no es nada, -me miró Carlos- ya veras como el panorama dentro de la cocina no es mucho más edificante. Antes, dada la situación de acoso que sufrí con preguntas sobre la trayectoria de mi vida en los dos últimos años, me excuse bebiendo a todo trapo un vaso de agua, yéndome sin probar bocado.




“Aquello me decidió definitivamente, Carlos salió como una exhalación y se unió a mi frenética huida a ninguna parte.” - Ahora comprendo en su justa medida tu afirmación de antes al llamarlas “viejas beatas de postal.” “La puerta de la cocina estaba cerrada, la gente que pudiera estar dentro era una incógnita.” - Eso no es nada, -me miró Carlos- ya veras como el panorama dentro de la cocina no es mucho más edificante. Antes, dada la situación de acoso que sufrí con preguntas sobre la trayectoria de mi vida en los dos últimos años, me excuse bebiendo a todo trapo un vaso de agua, yéndome sin probar bocado.


Arte inconformista.

sábado, septiembre 22, 2012

84ª entrega el Lobo Gallego


El lobGallego.

“La tapa del féretro abierta mientras la vacilante y juguetona luz de los cirios dibujaban sombras y brillos en el rostro y en las manos sin cubrir de mi finada abuela.” 
 -...líbranos del mal, amen. –-aleluya-
 “Inicié el tambaleante he indeciso avance hacía los restos de mi antepasada sintiendo la dura protesta que alzaban al cielo mis castigadas piernas. En algún punto de mi periferia un beato dio la vuelta al disco y pinchó los surcos de otro gran y centenario éxito musical de la puta iglesia Católica.”
 - Dios te salve María... -redoblados coros-
 “Me quedé estupefacto analizando el envoltorio usado en vida por mi apreciada abuela Carmen, luces y sombras correteaban por su rostro dando la impresión de recobrar el aliento vital en cualquier momento.”
 - ...llena eres de gracia... -comenzaban ha joderme-
 “Recuerdos, imágenes, emociones, sensaciones, sabores, incluso olores relacionados con mi existencia al lado de la abuela, comenzaron ha florecer en el abonado huerto de mi memoria, con una intensidad que me abrumó.”
 -...El señor es contigo...
 “Necesitaba desesperadamente respirar aire libre de volátiles flujos humanos, sentir el viento frío en la cara.” 
 -...Bendita tú eres entre todas las mujeres...
 “Pero por encima de cualquier otra consideración anhelaba verme libre del suplicio acústico que representaba para mí aquellas letanías Católicas.”
 -...Y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús..
. “Mis ojos estaban húmedos, mis conjuntivas tenían los vasos capilares tan dilatados que o huía de allí, o corría el riesgo de que mi cabeza estallara, transformando mi cráneo en mortal metralla que segaría la vida de más de uno de los creyentes reunidos para la ocasión.” 
 -...Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros pecadores...




Mis ojos estaban húmedos, mis conjuntivas tenían los vasos capilares tan dilatados que o huía de allí, o corría el riesgo de que mi cabeza estallara, transformando mi cráneo en mortal metralla que segaría la vida de más de uno de los creyentes reunidos para la ocasión.


Arte inconformista.