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jueves, noviembre 26, 2009

14ª entrega



14ª entrega.

El lobo gallego.
- No me convence...

“Se hizo el silencio entre nosotros dos... El monótono balanceo del tren actuaba en nosotros igual que un sedante, que nos arrastraba cada vez más hondo hacia el reino de la inconsciencia.
Sin embargo existía un instinto que se negaba ha caer bajo el influjo sedante del machacón traqueteo de las ruedas del tren al pasar encima de las juntas de los raíles.
A pesar de tener los ojos cerrados, mi ser más primitivo percibía aquella ancestral señal de alarma como una luz vacilante en la oscuridad, un resplandor que
representaba el mas primitivo instinto de conservación animal, una tenue luz que tenia por nombre: Miedo.
La puerta del compartimiento se abrió de golpe.”

- Billetes por favor.

“Me incorpore lentamente y asesine con la mirada al pica uniformado, él lo percibió.
Busque en el bolsillo de mi camisa y extraje el billete que a continuación ofrecí al interventor, casi al unísono de Carlos.”

- ¿Destino por favor?

- Lo pone bien claro, ¿No? La Coruña. -Respondí muy ácidamente-

“Observó los billetes un buen rato y después los perforó, tendió uno en mi dirección y el otro hacia Carlos.

- Buenas noches.
- Buenas noches.
- Agur...
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