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miércoles, septiembre 21, 2011

66ª entrega.

El lobo Gallego.


- Inolako zalantzari gabe –-comentaba Mariano en clave euskaldun- argi eta garbi adierazten didazu zure zori txar handi hori ez dela txoriburu baten gogoeta ixuri kaxkar bat (1) -que me perdonen sus ancestros, pero en aquel momento hubiera deseado que se reuniera con ellos- beraz, badakizu, begiak erne izan eta zure burua ondo babestu. Osabatzat duzun bab horretaz ez zaite z zipitzik ere fida, ezta lehenguzutat duzun Raquel izeneko zugegorrik horretaz ere. (2)
“Miré tan fijamente a Mariano que temí durante un instante por la integridad física de mis globos oculares.”

- ¡Tira! –-exclamé- eskerrikasko aholkuagatik. Ongi jabetzen naiz halako huskeria sortzeak zure buru kaxkar horri ahalegin latza eskatuko ziola eta horrek betirako zordun egiten nau. (3)
(1) – Sin dejar lugar a ningún género de dudas, me estas demostrando que tu acongojante mala suerte no es una simple especulación de tu cerebro de invertebrado.

(2) A sí que ya sabes, ten los ojos muy abiertos y cúbrete los flancos. No te fíes ni un ápice de esa babosa que tienes por tío, ni de esa víbora que resulta ser tu prima Raquel.

(3) ¡Hombre! Gracias por el consejo. Comprendo perfectamente, que ingente cantidad de esfuerzo mental le ha supuesto a tus escasas y escuálidas neuronas gestar tal simplicidad y por ello te estaré eternamente agradecido.


“Habíamos intercambiado estos borde comentarios en euskera, parados al lado de un cuadro que reflejaba como no, un húmedo, melancólico y gris paisaje gallego. Con su consabido e inevitable hórreo de piedra.
Al finalizar nuestra conversación, Antonio y Raquel estaban lo suficientemente cerca como para haber oído un retazo de nuestra conversación en euskera.”

- ¿Se puede saber que jerga es esa?–-Preguntó Antonio-

“Mariano como buen futuro cuñado y amigo mío, se dispuso a dejarme mas solo que la una, ante el peligro emocional que representaba para mí El Guindillas.”

- Bueno... os dejo, voy ha subir como se encuentra Isabel, está algo mareada.

- Por que no le dices a mi madre que le prepare algo, te aseguro que le quita el mareo en un santiamén. –-le aconsejó Raquel a Mariano-

“Me convulsioné de pies a cabeza ¡Por todos los Santos! Si la madre de Raquel era ni más ni menos que Claudia, “La meiga”.
Mariano por supuesto sin saber nada de sus malas artes de alquimista fracasada.”

- Vale, gracias, ya se lo diré.
Al finalizar nuestra conversación, Antonio y Raquel estaban lo suficientemente cerca como para haber oído un retazo de nuestra conversación en euskera.”

- ¿Se puede saber que jerga es esa?–-Preguntó Antonio-

“Mariano como buen futuro cuñado y amigo mío, se dispuso a dejarme mas solo que la una, ante el peligro emocional que representaba para mí El Guindillas.”

- Bueno... os dejo, voy ha subir como se encuentra Isabel, está algo mareada.

- Por que no le dices a mi madre que le prepare algo, te aseguro que le quita el mareo en un santiamén. –-le aconsejó Raquel a Mariano-

“Me convulsioné de pies a cabeza ¡Por todos los Santos! Si la madre de Raquel era ni más ni menos que Claudia, “La meiga”.
Mariano por supuesto sin saber nada de sus malas artes de alquimista fracasada.”

- Vale, gracias, ya se lo diré.

Arte inconformista.

martes, septiembre 20, 2011

65ª entrega.

El lobo Gallego.

- Permiso.

- Pendón.

“Ambos pasamos al interior de la casa empujándonos mutuamente.
No nos quedaron más cojones que dejarnos saturar y envolver por el lúgubre y funerario ambiente que reinaba en el caserón a causa del fallecimiento de la abuela carmen.
Incluso se oía una leve letanía que mi cerebro relacionó con un rezo católico llamado El Rosario.
Aquel puto -con perdón- viaje estaba resultando ser como un constante abrir y cerrar puertas que daban acceso a distintas habitaciones, en cada una de las cuales imperaba un sentimiento diferente y por añadidura negativo. Ya fuera odio, miedo, dolor, angustia, o impotencia.”

- Daría veinte años de tu vida a condición de que pasaran cuarenta y ocho horas de golpe -le comenté a mi futuro cuñado- nunca he sido capaz de tolerar ambientes cargados de hipocresía y farisaísmo.

“Nos paramos en un baldío intento por mi parte de hacer acopio del valor necesario para enfrentarme a lo que me esperaba detrás de más de una puerta.
Mariano asintió con la cabeza a mi último comentario, a la vez que su tez se tornaba más acerada.”

- Dentro de unas horas la situación ya no te incordiara en exceso -me animaba Mariano- y lo que es más importante, ya no será necesario que sacrifiques los mejores años de mi vida a cambio de un salto en el tiempo... No me va lo de ser el chivo expiatorio en un sacrificio...

“Frente a nosotros, como a unos diez metros de distancia, se abrió la puerta de la cocina. Por su umbral salió mi tío Antonio alias la guindilla, capo de la coca, y su lugar teniente y prima mía, Raquel. Juan cruzó el umbral un segundo más tarde con cara de necesitar apalear a alguien, a fin de conseguir la paz de espíritu que tan a menudo le abandonaba. Posiblemente yo fuera el que más boletos tenia en las manos para encarnar a ese desdichado ser.
Juan comentó algo en voz baja y a continuación se perdió por el pasillo a nuestra derecha.”
- Permiso.

- Pendón.

“Ambos pasamos al interior de la casa empujándonos mutuamente.
No nos quedaron más cojones que dejarnos saturar y envolver por el lúgubre y funerario ambiente que reinaba en el caserón a causa del fallecimiento de la abuela carmen.
Incluso se oía una leve letanía que mi cerebro relacionó con un rezo católico llamado El Rosario.
Aquel puto -con perdón- viaje estaba resultando ser como un constante abrir y cerrar puertas que daban acceso a distintas habitaciones, en cada una de las cuales imperaba un sentimiento diferente y por añadidura negativo. Ya fuera odio, miedo, dolor, angustia, o impotencia.”

- Daría veinte años de tu vida a condición de que pasaran cuarenta y ocho horas de golpe -le comenté a mi futuro cuñado- nunca he sido capaz de tolerar ambientes cargados de hipocresía y farisaísmo.

“Nos paramos en un baldío intento por mi parte de hacer acopio del valor necesario para enfrentarme a lo que me esperaba detrás de más de una puerta.
Mariano asintió con la cabeza a mi último comentario, a la vez que su tez se tornaba más acerada.”

- Dentro de unas horas la situación ya no te incordiara en exceso -me animaba Mariano- y lo que es más importante, ya no será necesario que sacrifiques los mejores años de mi vida a cambio de un salto en el tiempo... No me va lo de ser el chivo expiatorio en un sacrificio...



Arte inconformista.

domingo, septiembre 04, 2011

64ª entrega.




- ¡Venga ya! ... No será para tanto. -Me interrumpió Mariano-

“Tenía arrestos la situación, yo contándole que durante un momento pensé que me iban a obsequiar con cuatro lindos agujeros de nueve milímetros en plena cabeza, y él echándose a reír diciendo a continuación: No es para tanto.”

- ¡Mira que cuando te lo propones consigues ser un gran e impresionante cabrón!. -Taladré a Mariano con la mirada- Total, su señoría se encontraba cansado, o mejor dicho no le apetecía ir, y por ello mandaste a Maxi como si se tratara de tu fiel perro faldero. Estoy absolutamente convencido de que ha sido idea tuya, por cierto pensaras que muy brillante.

“A Mariano comenzó ha borrársele la pícara sonrisa en el rostro.”

- Si no me equivoco -proseguí con mi ofensiva- y resulta que he calculado con un margen de error mínimo vuestra hora de llegada, saco en conclusión como resultado de mis operaciones aritméticas lo siguiente: Que dispusiste de unas doce horas para dormir y quitarte la tontería del viaje, y estar más que fresco para recogernos esta mañana en la estación.

“Mariano comenzó a sonreír de nuevo. ¡Cojones! No me quedó más remedio que admirar su capacidad de recuperación.”

- Tu padre -me decía Mariano- no es que precisamente tuviera unas locas ganas de librarse de las llaves del coche, ya conoces de sobra su opinión sobre mi forma de conducir... - Y para más infamia, Mariano tuvo la desfachatez y las agallas necesarias, para añadir a su perorata lo que a continuación pongo por escrito, que no veas lo que me jodio-... y además, ante la coincidencia de que Maxi estuviera de servicio en la ciudad y os pudiera traer, tu padre se cerró en banda y guardó las llaves en lo más recóndito de su bolsillo, fin de la triste historia.

“Las llaves de su casa hubiera tirado con todas mis fuerzas desde el cabo de Finisterre.”

- ¡Jaque-mate!... Esta visto que es del todo imposible lidiar con tu desfatachez ahora. -Me resigne de momento-

“Deje pendiente aquel asunto en espera de un momento más propicio. Tenía que encontrar la forma de hacerme con sus llaves y jugar un rato con él.”



- ¡Venga ya! ... No será para tanto. -Me interrumpió Mariano-

“Tenía arrestos la situación, yo contándole que durante un momento pensé que me iban a obsequiar con cuatro lindos agujeros de nueve milímetros en plena cabeza, y él echándose a reír diciendo a continuación: No es para tanto.”

- ¡Mira que cuando te lo propones consigues ser un gran e impresionante cabrón!. -Taladré a Mariano con la mirada- Total, su señoría se encontraba cansado, o mejor dicho no le apetecía ir, y por ello mandaste a Maxi como si se tratara de tu fiel perro faldero. Estoy absolutamente convencido de que ha sido idea tuya, por cierto pensaras que muy brillante.

“A Mariano comenzó ha borrársele la pícara sonrisa en el rostro.”

- Si no me equivoco -proseguí con mi ofensiva- y resulta que he calculado con un margen de error mínimo vuestra hora de llegada, saco en conclusión como resultado de mis operaciones aritméticas lo siguiente: Que dispusiste de unas doce horas para dormir y quitarte la tontería del viaje, y estar más que fresco para recogernos esta mañana en la estación.

“Mariano comenzó a sonreír de nuevo. ¡Cojones! No me quedó más remedio que admirar su capacidad de recuperación.”

- Tu padre -me decía Mariano- no es que precisamente tuviera unas locas ganas de librarse de las llaves del coche, ya conoces de sobra su opinión sobre mi forma de conducir... - Y para más infamia, Mariano tuvo la desfachatez y las agallas necesarias, para añadir a su perorata lo que a continuación pongo por escrito, que no veas lo que me jodio-... y además, ante la coincidencia de que Maxi estuviera de servicio en la ciudad y os pudiera traer, tu padre se cerró en banda y guardó las llaves en lo más recóndito de su bolsillo, fin de la triste historia.

“Las llaves de su casa hubiera tirado con todas mis fuerzas desde el cabo de Finisterre.”

- ¡Jaque-mate!... Esta visto que es del todo imposible lidiar con tu desfatachez ahora. -Me resigne de momento-

“Deje pendiente aquel asunto en espera de un momento más propicio. Tenía que encontrar la forma de hacerme con sus llaves y jugar un rato con él.”

Arte inconformista.