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miércoles, diciembre 30, 2009

La sangre desperdiciada...


La sangre desperdiciada en los campos del olvido,
Nutre las raíces de los poderosos.

Las vidas perdidas en defensa del oprimido,
Hacen a los reyes rencorosos.

El rico quiere al pueblo distraído,
Mientras tanto su pan se ha comido.

La tecnología nos ha vuelto sumisos,
Nuestra existencia no tiene sentido.

"Eleva al cielo tu maldita queja..."

Los contratos son cadenas,
Que aunque no suenan son obscenas.

Eleva al cielo tu maldita queja,
Que los dioses no moverán una sola ceja.

Solo queda un camino difícil y angosto,
Para que no hagan de ti su agosto.

Rompe todos sus vínculos malditos,
Harás de su sistema algo marchito.

miércoles, diciembre 09, 2009

A veces quisiera gritar.



A VECES QUISIERA
(por Jon Miranda, dedicado a un carretillero)


A veces quisiera gritar
Allá donde nadie te escucha,
Se siente el corazón lúgubre y ardiente.
Pasiones que renacen de la muerte.

A veces quisiera llorar,
Esculpir la rabia contenida.
Sentirme fuerte, preso de la ira,
Enfrentado a los fantasmas de la vida.

A veces quisiera escapar,
De la monotonía persistente.
Del falso que con fábulas insiste,
Del inútil y cobarde que resiste.

A veces quisiera soñar,
que todo se acaba, que soy libre,
que es mi puño el que escribe:
¡Mi alma sobrevive!

viernes, diciembre 04, 2009

Su mala sombra.


Presentamos...



Su mala sombra.
“Su mala sombra” (Por Abel Corchero Vázquez, 1991 "txerrimuñoko-fanzine")

Eran las 3:30 a.m cuando salió solo de la macro discoteca. La noche para él era ya cosa quemada, demasiada soledad rodeado de gente encerrada en sus propios laberintos.
Al pasar por la puerta, el “segurata” le dedico una fugaz mirada cargada de hastió. Él correspondió con un tenue resplandor en los ojos, últimamente no sabía lo que le ocurría, se sentía extraño, ausente.
La vacua música “bacalao” martilleaba neuronas empastilladas en el interior del antro mientras él se alejaba con paso indeciso. Nadie le siguió con la mirada triste.

Tiempo atrás, como un sigiloso reptil, la desidia entro de lleno en su vida de la mano de una pastilla de diseño, sustancias químicas que se habían convertido en los astros que regían su pobre y mediocre existencia.
Sus pasos dubitativos se dirigieron errantes hacía el centro de la urbe. Ese fin de semana para él no hubo ruta, ya que algo en su cerebro se quebró aquella noche de luna menguante.
Su rápida e irreversible degeneración no fue percibida por los que en realidad no fueron nunca sus amigos, ya que ellos también recorrían el mismo camino maldito. Estaba solo en su última travesía. Nada tenía sentido, nada le importaba, exceptuando quizás las pastillas, el fin de semana y el BUM, BUM de la música bacalao.

Esa madugrada, lo único que le acompaño hacía el taquicardico corazón de la ciudad, fue su sombría silueta recortada en el asfalto. ¿Dónde habían quedado sus ilusiones? ¿Dónde su creatividad?
Mientras deambulaba por las calles intentando pensar coherentemente, su cerebro se fue diluyendo en el olvido, un error cometido en un laboratorio clandestino le condeno a la eterna postración.

Comenzó a llover, las sensaciones que percibió al impactar las gotas de lluvia en su piel, fueron enviadas al cerebro por sus terminaciones nerviosas en forma de códigos electro-químicos. Su bloqueado cerebro fue incapaz de descifrarlos correctamente, y a consecuencia de las interpretaciones erróneas algo falló estrepitosamente en su cabeza, su racionalidad se esfumo en un apoteósico fuego de artificio solo observado por él mismo. Su cuerpo se derrumbo con fuerza sobre el asfalto.


De un enérgico salto, su sombra se apartó de él. ¿Qué iba a ser de ella? Se preguntó mirándole boquiabierta. Su mundo estaba al revés, ella de pie en la calle, y su proyector humano en el suelo. Horizontal vertical, vertical horizontal. Se movió un poco y percatándose de que los papeles no se habían invertido, supo de inmediato que su propietario no la seguiría como ella tenía por costumbre hacer. Toda su existencia había sido una absurda persecución, un constante ir y venir sin preocupación alguna. Una sombra pegada a los talones de otra sombra erguida.
Ante la falta de iniciativa propia, ante la ausencia de costumbres personales, decidió pegarse a los pies de alguien y dejarse llevar.


Eran las 4:30 AM, cuando comenzó a vagar por las desiertas calles de la aún dormida ciudad. Después de una larguísima caminata, divisó a un barrendero que se disponía a comenzar su jornada laboral. Encaminó sus pasos con la intención de fusionarse a los talones de aquel funcionario de la limpieza, deparo en la sombra que una farola proyectaba del operario. La sombra contraria violo la primera ley no escrita de las sombras, 1ª No te moverás si tu proyector humano no lo hace... de espaldas a su sombra que no paraba de gesticular, el barrendero miro calle arriba, hacía la faena que le esperaba. Ella, acercándose sigilosamente, intento la aproximación por la espalda cruzando para ello la calzada. Un veloz coche guiado por un etílico conductor la atropelló aparatosamente en mitad de la calle. De su sombría boca se alzó un gutural grito que coincidió con el giro de cabeza del barrendero. Su sombra se oculto volviendo a respetar la primera ley no escrita de las sombras. El terrorífico grito se prolongo en la noche de luna menguante. El hombre vio como el coche desaparecía engullido por una esquina y justo después deparo asustado en la mortalmente pálida sombra que no era proyectada por nadie. Ella comprendió de golpe porque hasta entonces su presencia no suscitó terror alguno. La razón era simple, siempre fue justificada por su creador, sin él no tenia razón de ser, dedujo acertadamente que nunca lograría unirse a otro humano propietario de su propia sombra.

Mientras meditaba el hombre interpuso entre su cuerpo y ella el escobón, su intención era barrerla y depositarla en el cubo de la basura. Ante la ausencia de un ser que la respaldara huyó despavorida. Se arrastró solitaria y dolorida por frías aceras y húmedas plazas. Después de mucho rectar por suelos y paredes encontró por fin una opción a su dilema. Las luces de neón iluminaban la noche, la discoteca era un antro que le resultaba familiar, en su interior el bacalao forjaba cabezas en el yunque de la vacuidad.
Se sentiría en casa, nadie le daría la bienvenida.
Allí encontraría lo que tanto necesitaba, allí cerraría el circulo vicioso de su existencia.



El guarda jurado de hastiada mirada percibió su entrada sin sorpresa alguna. Llevaba toda la noche viéndolas entrar. Una vez dentro pudo fusionarse al fin con aquella descomunal sombra de mil rostros que su dueño había abandonado tres horas antes.

Visita: http://abelcorchero.es.tl/

jueves, noviembre 26, 2009

14ª entrega



14ª entrega.

El lobo gallego.
- No me convence...

“Se hizo el silencio entre nosotros dos... El monótono balanceo del tren actuaba en nosotros igual que un sedante, que nos arrastraba cada vez más hondo hacia el reino de la inconsciencia.
Sin embargo existía un instinto que se negaba ha caer bajo el influjo sedante del machacón traqueteo de las ruedas del tren al pasar encima de las juntas de los raíles.
A pesar de tener los ojos cerrados, mi ser más primitivo percibía aquella ancestral señal de alarma como una luz vacilante en la oscuridad, un resplandor que
representaba el mas primitivo instinto de conservación animal, una tenue luz que tenia por nombre: Miedo.
La puerta del compartimiento se abrió de golpe.”

- Billetes por favor.

“Me incorpore lentamente y asesine con la mirada al pica uniformado, él lo percibió.
Busque en el bolsillo de mi camisa y extraje el billete que a continuación ofrecí al interventor, casi al unísono de Carlos.”

- ¿Destino por favor?

- Lo pone bien claro, ¿No? La Coruña. -Respondí muy ácidamente-

“Observó los billetes un buen rato y después los perforó, tendió uno en mi dirección y el otro hacia Carlos.

- Buenas noches.
- Buenas noches.
- Agur...
(Página 29)

viernes, octubre 09, 2009

13ª entrega.

El lobo Gallego.


- Quieres decir que temes un enfrentamiento entre los dos bloques.

- Correcto...

“Bostecé sonoramente... ¡Qué raro!... Se estaba ello convirtiendo en una costumbre persistente en las últimas ocho horas.”

- Pero lo que no acabo de encajar, -me lancé- es el motivo y la razón por la que habrían de enfrentarse dos facciones con intereses bien definidos en cada caso y satisfactorios ambos económicamente.
Quiero decir que no veo motivos para el posible enfrentamiento, si sus respectivas parcelas en la economía sumergida que practican no se tocan siquiera.

- Yo también lo ignoro, -Me contestó Carlos visiblemente hastiado de tanta verborrea unida a la impresionante deuda de sueño de la que éramos depositarios- pero sospecho que la casa de la abuela Carmen tiene mucho que ver en el asunto.

- ¿En qué sentido? -Pregunte a renglón seguido- ¿La casa en si misma? O ¿Algo que pueda haber en ella?

- Pues a ciencia cierta no lo sé. Pudieran sentir ambos bloques un interés desmedido por el centenario caserón.
Por decirlo así, un repentino ataque de nostalgia, que les empujara a codiciar la vieja casa como símbolo.

Puede ser que lo que realmente persigan es algo oculto en la misma.
O como tercera variante que se me ocurre ahora, las dos posibilidades.

“ Un ligero frenazo-tirón llego en cascada al último vagón, se repetían cada vez que la maquina frenaba y aceleraba para tomar curvas o respetar velocidades de tramo ferroviario. Este tira y afloja nos mecía longitudinal y transversalmente.”

- Creo que suponiendo los motivos no aclaramos nada, o casi nada. -Añadí- Una vez en tierras Gallegas dispondremos de la posibilidad de que tú agobies con preguntas concretas a tu madre. Seguro que guarda más
de un detalle sabroso que aclare un poco todas nuestras dudas.
Nuestro postrimero cartucho es confesarnos con el párroco de la iglesia de B... Tu “Padre.”

- ¿Qué?... ¡Tú estas loco! -Afirmo categóricamente mi primo, lo cual me jodio un buen rato- ¿Confesarnos? Tú has perdido la chaveta.

- Es posible, -intenté fulminarle con la mirada- pero te recuerdo que has sido tú, -y le señale con un dedo tan rígido como el cañón de un revolver- el que me ha estado contando historias del núcleo familiar, que sobrepasan por un amplio margen las fronteras de la credibilidad.
Y te recuerdo que todo lo que tú sabes y por extensión yo, se lo debemos a un sagucho del Vaticano, es decir, a un Cura. Por lo cual llegado el momento, no creo descabellado el que podamos hacerle una visita, y que mejor manera para abordarlo, que en un confesionario.


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sábado, agosto 08, 2009

12ª entrega.

El lobo Gallego.




12ª entrega

Se recogen las redes mientras se separan lentamente unos de otros, para convertirse otra vez en cuatro puntos en la pantalla del radar.
Se continua con la actividad pesquera durante uno o dos días más, al termino de los cuales regresan a base.
La boya puede recoger el fardo variando la longitud del cabo que los une. Condición clave según se acercan a tierra y disminuye la profundidad...

- ¿Cómo se descarga la droga en tierra? -pregunte-

- ... Que manía la tuya de no dejarme concluir nunca un relato.
Ocurre que a dos o tres millas de la bocana del puerto, la boya recoge la carga, uniéndose ambas. De esta manera son depositadas en el fondo. Mientras el barco entra limpio a puerto dispuesto a descargar las capturas y recibir las inspecciones que hagan falta.
Mas adelante unos buzos esperaran al amanecer para recogerlo...

“ Saqué mi libreta de dibujo y comencé ha dibujar un boceto de la “boya” tal y como la imaginaba. Carlos siguió hablando.”

-... Por motivos de seguridad estas operaciones se realizan una vez cada dos o tres meses, la pureza de la droga y su posterior adulteración garantizan la rentabilidad. El bloque norte solo se dedica ha introducirla en el país, cobra por ello y punto.
Con todas estas medidas preventivas, Francisco cree tener todos los ases en la manga en esa partida a buena vida o nada que mantiene con la justicia, cada vez que faena a la captura de un túnido llamado cocaína...

“Yo proseguía con el dibujo mientras anotaba una tarea ha realizar a continuación: Borrar la grabación.”

-...Me imagino que su bolsillo agradecerá ese tipo de remuneración especial, pero al mismo tiempo intuyo que su delicado estado de salud no encajara demasiado bien tanta tensión.


“Le pasé el boceto para que me diera su opinión al respecto.
¿Cómo los imaginaba él? ¿Los había visto alguna vez?
Lo curioso es que a mi no me convencía el dibujo.”

- Nunca los he visto, pero por lo que veo tienen que ser algo parecido. Nuestro primo Juan me esbozo una noche de borrachera como funcionaba el asunto... ¿Sabes de quien te hablo?

- No lo sitúo muy bien. -Me sincere-

- Es el segundo hijo varón de Antonio y tiene una pequeña escuela de buceo.
Ahora que lo pienso, en tu último viaje a Galicia, él estaba haciendo la mili.

“Rebobiné la cinta, la puse a grabar envuelta en ropa dentro de la mochila lo más alejada posible de nosotros. Me senté y Carlos habló”

- En resumen, vamos al encuentro de dos facciones que tenían a la abuela como agente estabilizador, y ese factor ya no existe.

jueves, julio 16, 2009

11ª entrega El lobo Gallego

11ª entrega.

“Siempre me han gustado las narraciones en las que figuran navíos, de pequeño me fascinaban los veleros.”

- ¿Por donde iba? Estoy ofuscado. -Se quejaba Carlos-

“Sonó a cinta rebobinándose en un bolsillo lateral de mi mochila... Clip.”

- ... A la vuelta de un año estos buques compaginaron las faenas propias de la pesca con otras más peculiares.
Teniendo como base diferentes puertos, estos barcos salían al mismo tiempo y efectuando sus lógicas maniobras de pesca se aproximaban a unas coordenadas ya establecidas por el “proveedor” extranjero...

“Mi primo se quedó boquiabierto, era su voz”

- ¿Qué truco es este? Tú no tienes memoria fotográfica ni eres ventrílocuo, ó es fruto de la maldita resaca que tengo, ó lo estas grabando.

- Es fruto de la vid... Sigue... -Sugerí-

- ...una vez allí los buques rastrean electrónicamente la zona hasta detectar la carga arrojada por la borda de un mercante horas antes. -Arranco Carlos-
La carga va suspendida de una bolla semisumergida que puede activarse por radio.
Se emite la señal para activar los globos flotadores que harán emerger la boya. Una vez se encuentra en superficie enciende su foco de señalización.
Se pesca la boya y se vuelve ha sumergir arrastrándola por la popa al tiempo que se continua faenando.
La carga suele variar en cantidad y en peso. Pueden ser uno o dos fardos, y no creo que el peso de cada uno supere los 30 kilos. La boya sumergida y la carga suspendida a unos 15 metros por debajo de esta, disponen de una pequeña carga de explosivo plástico que puede ser activado por control remoto. Sirve para eliminar pruebas, se corta el cabo y a los 40 metros de profundidad explota. También se conecta boya y barco con un cable eléctrico que controla dos funciones más del artilugio.
Los cuatro barcos realizan la maniobra de cerco, aproximándose tanto unos a otros, que de cuatro puntos en el radar pasan ha ser solo uno. Se sube la boya, se pliegan los globos flotadores, se cambian las botellas de aire comprimido que los inflan, y se ata el conjunto a la popa de otro barco.

miércoles, julio 01, 2009

Las legiones del mal.


Dibujo: Abel Corchero.
Texto: Jon Miranda.

De las cenizas nacerá, la nueva ciudad
Alzándose: Sobre valles, eriales y ríos
Teñidos de sangre, sobre tumbas oscuras
Donde reina la calma después de la tempestad.

Sin gloria quedarán las huellas purpúreas
Estigma de los vencidos, rastro perenne
De dolor y muerte, por cuya senda etérea
Celebran la victoria, las bestias eternas.

Ellos son los más fuertes en batallas mortales
Guerreros sin corazón, de almas brutales
Que subyugan al enemigo sin ninguna compasión
Clamando al poder oscuro, al dios de las vanidades.

Lejos queda el horizonte en el camino fatal
Más allá del páramo ensangrentado
Donde se pudren los sueños de un ser anhelado
Y nace el hombre... que raudo y veloz cabalga
En las legiones del mal.

jueves, junio 18, 2009

La cascada mental.

La cascada mental.
Brotamos del manantial materno puros como el aire ártico, frescos como la rosa que amaneciendo descubre gotas de agua en sus pétalos.
Al poco de haber iniciado el curso de nuestra existencia vienen a unirse a nuestro caudal, regueros que promueven un cambio en nuestro ser original.
Recorremos paisajes montañosos a gran velocidad y con frecuentes saltos al vacío, la espuma que nos arranca la gravedad al caer se va disolviendo en riveras preñadas de flores.
Los buitres leonados observan desde las alturas.
Nuestro viaje pasa ha desplegar ante nosotros valles glaciares de gran belleza. La orografía de la vida nos va encauzando al tiempo que nuevas y más potentes corrientes nos hacen crecer y cambiar hasta el punto de no recordar como éramos al brotar.
Las bestias salvajes calman su sed en nuestro caudal. Los hombres quieren domarnos para mover sus ingenios mecánicos. Los peces y anfibios nadan con nosotros en la misma, o en distinta dirección.
Puentes unen nuestras riveras y separan a los hombres, puentes-frontera que traspasamos y olvidamos distraídos por la contribución de nuevos afluentes. La educación, la política, la religión, el sistema de consumo, las relaciones humanas, todas ellas sin excepción nos adulteran, y borran el más mínimo rastro de nuestra pureza original.
Conscientes de que seguir avanzando nos llevara al abismo, intentamos con remolinos detener nuestro avance, no podemos.
Damos de beber y refrescamos a las criaturas que saben gozarnos con respeto. Regamos sus huertas para que alimenten a sus hijos.
Las represas hechas por ellos nos retienen pero no detienen, sus saltos artificiales nos entretienen, indomables seguimos nuestro curso.
Nuestro lecho cambia al descender buscando tierras bajas que nos alejan del origen.
Su industria arremete con olores y colores que enturbian nuestro generoso caudal.
Todo va dejando sedimentos y porquería, las bestias salvajes no se dignan a beber en nuestra orillas, los peces hace tiempo que no nadan con nosotros. Cloacas y sumideros nos nutren, la gente nos arroja lo que le sobra y molesta, las latas y las cubiertas de coche se hunden en nuestro lecho, añoramos el paisaje de alta montaña.
Cruzamos los pueblos y ciudades que componen las etapas de nuestro curso en busca del mar. Las depuradoras señalan el fin de nuestro viaje fluvial. No nos aportan nada.
Desembocaremos en el gran océano para renacer en forma de lluvia.

martes, junio 16, 2009

Conceptual (mantel sucio)


Conceptual (Mantel sucio)
Después del banquete, una vez abandonada por cubiertos y bajilla, su piel es retirada de la mesa, dejando en ella un rastro colorido del devenir de la comida, delatando a los comensales más activos y bebidos. Aquí manchas de niños, allá la suciedad de los adultos, aquí una servilleta con rimel, allá ceniza de puro, aquí marcas de helado, allá la firma del vino...
Los manteles usados dialogan con el observador, cuentan breves historias...



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viernes, junio 05, 2009

10ª entrega.

Partida de billar.
- ¡Ya! Seguro...

“Sabes, nunca he sido demasiado hablador. Aunque interiormente mantengo un constante, y a veces muy desagradable monologo, analizándome a mi mismo, a mis congéneres, y a esta vida en general. Intentándole buscar un sentido básico a nuestra existencia. Ya sea al lado materialista de la vida, a la amistad, al amor, o al arte. Pero la cruel realidad es que no consigo percibir el verdadero sentido de las relaciones humanas, ni el cómo interactúan con el entorno que les rodea.
A fin de cuentas ¿qué es la amistad? Poder confiar ciegamente en otra persona. Risa me da.
¿Qué es el amor? Un simple desequilibrio hormonal. Preocupante.
¿Qué es el arte? El todo y la mas absoluta de las nadas.
¿Qué le pedimos a la vida? Seguridad material, seguridad afectiva, un camino preestablecido que el “homo Sapiens” lleva recorriendo obstinadamente miles de años.
¿Pero que buscamos acaso? ¿El equilibrio mental? ¿Una relación estable y cordial con los demás? ¿Planificar el futuro? En resumidas cuentas y sin desearlo, caer en la mas absurda de las monotonías siguiendo el ritmo que marcan los demás.
Fingir, actuar sin convencer la inmensa mayoría de las veces a nuestro entorno. Personalmente estoy hasta el gorro de reconocer docenas de patéticas y espantosas interpretaciones.
Supongo que esta podría llamar hipocresía, tiene su razón de ser en el hecho de que sirve para prevenir nuestro aislamiento.
¿Te imaginas si fuéramos diciendo lo que verdaderamente pensamos constantemente? Cuando lo intenté resulto ser bastante peligroso. Es el mejor sistema para hacer tambalear los cimientos de las amistades, de los amores y de todo lo que se te pueda pasar por la imaginación.”


- ¿Tú puedes guardar un secreto?... -Carlos me miraba percibiendo la vuelta de mi mente al vagón-

- Mira, siempre he pensado -repliqué- que si tú mismo violas una confidencia propia o ajena al comentarla con una segunda o tercera persona, pierdes todo derecho a exigir silencio.

- Hombre, si lo miras con esa óptica...

- Qué óptica ni que pollas, -vomite con ganas- ¿me quieres decir que los demás tienen la obligación de guardar silencio y tú no? Si eres el primero en infringir una norma no puedes exigir acatamiento a ella para los demás. Te recuerdo que somos hijos de los hombres y no de los dioses, y no tenemos ninguna prerrogativa que nos exonere de este principio. Cuando violas una confesión apuñalas por la espalda.

“El monótono y rítmico traqueteo del tren, media o por lo menos a mí me ayudaban a calcular, la aumentante distancia que me separaba cada vez más de mi ciudad natal y me acercaba inexorablemente a tierras gallegas.”

- Oye... ¿Porqué no continuas con la historia de los barcos?

lunes, junio 01, 2009

9ª entrega.

9ª entrega.

- Tan familiar como él mismo. -Prepárate para un pequeño discurso, me dijo a la vez que sonreía- Este cuarto miembro por derecho propio del bloque norte, es armador y tiene en propiedad, en sociedad con Antonio, cuatro barcos pesqueros de bajura.
Desde joven a nuestro tío Francisco le había atraído esa peligrosa y hermosa mujer que resulta ser la mar. Cuando aún no se rasuraba llego a conocer muchos trapos sucios de las relaciones que se dan entre los hombres y esa temperamental hembra, que ofrece sus encantos a cambio de sudor y lagrimas.
Con el transcurrir del tiempo Francisco se dio cuenta de que tenia toda una familia que mantener y unos hijos que educar. Y como suele ocurrir cuando los seres humanos piensan y meditan en el sentido que están dando a sus vidas, se deprimió magistralmente.
Comenzó ha despreciar ese valeroso oficio digno de todos mis respetos que es la pesca. Dejó de verle el sentido al hecho de jugarse la vida cada vez que salía a flirtear con la mar. Empezó ha considerar que los frutos que obtenía a cambio de sus relaciones con esa mujer fatal, no eran proporcionales a las inversiones y riesgos asumidos.
Dejó de apreciar las fascinantes salidas y puestas de sol a veinte millas de la línea de costa.
Empezó ha despreciar ese viento cargado de salitre que le azotaba la cara y que de joven le provocaba la sensación de ser como una gaviota mecida por Eolo. Dejó de sentir la mas autentica sensación de libertad que experimentara jamás, al cabalgar sobre las cimas de las olas de una mar enfurecida.
Empezó ha pensar en las viejas propuestas de su hermano Antonio para que participara en sus sucios y sumergidos negocios.
Dejó de tener una mentalidad sana, joven he idealista.
Empezó ha recorrer el largo y sinuoso camino que tiene como meta final, la vejez mental...

- Puedes hacer el supremo esfuerzo de no hablarme como un viejo lobo de mar... -Abrí un inciso en su locuaz perorata-... Me estas torpedeando la línea de flotación de mí mermada capacidad para encajar sorpresas dilatadas en el tiempo. -Por supuesto cerré el inciso.-

- Vale Abel, vale. Intentare no irme por las ramas y sintetizar la historia de Francisco todo lo que la comprensión de la misma lo permita.
Por las fechas en que Francisco disfrutaba aún de su relación laboral con la mar, Antonio había dejado el contrabando de tabaco, para pasarse al mucho más lucrativo negocio de introducir pequeños alijos de cocaína en la península.
Con este cambio de rumbo Antonio asentó la base del futuro cisma familiar, principalmente en dos bloques irreconciliables, al margen de cuatro hermanos que emigraron y fundaron sus respectivas familias alejadas de aquel posible enfrentamiento.
Con aquella maniobra, dinero y tiempo, el “Guindilla” arrastro como una red pelágica a un tercio de la familia.
En aquella época Francisco trabajaba en uno de los barcos del bloque sur dedicado exclusivamente a la pesca. No se decidió por ninguno de los “bloques” enfrentados. Claro esta que aquellos eran los felices días en que nuestro tío encontraba una plena satisfacción en su duro trabajo que lo aislaba sicológicamente de la cuestión familiar. Pero como ya sabes en un par de años eso quedo en agua pasada y salada.
Al fin, él acepto las condiciones de su hermano, mas por afinidad que por dinero, ya que desde la infancia mantenían una estrecha relación.
Pasó de ser oficial de primera en la sala de maquinas, a conseguir el estatus de copropietario de cuatro viejos barcos de pesca. Adquiridos por Antonio y cofinanciados por “el proveedor”extranjero, estos barcos fueron equipados y comenzaron ha faenar como todos los demás.
A la vuelta de un año estos buques compaginaron las faenas propias de la pesca con otras mas peculiares.
Teniendo como base diferentes puertos, estos barcos salían al mismo tiempo y efectuando sus lógicas maniobras de pesca se aproximaban en unas coordenadas ya establecidas por el “proveedor” extranjero...

- Carlos... Sigo sin comprender como Antonio puede largarle esto a tu “Padre” por muy beato que sea y confíe en el secreto de confesión.

- Yo tampoco lo entiendo... Pero supongo que todos y cada uno de nosotros tenemos nuestro punto débil, nuestro consabido talón de Aquiles. Esa necesidad inevitable de contar lo que nos corroe por dentro, aunque lo adornemos y pulamos para no exponer nuestra intimidad del todo.
A fin de cuentas, ¿Conoces ha alguien que sepa guardar una confidencia? Propia o ajena.

- Si... Se llama nadie...

“La luna se oculto tímida tras una nube, su lejanía me provocaba un sentimiento de envidia hacia ella. Yo también quería estar así de lejos.”

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sábado, mayo 30, 2009

8ª entrega.


8ª entrega.

- Como lo oyes, tu tío Antonio, alias “el guindilla” es un ferviente creyente de la doctrina Católica, Apostólica y Romana. -Me sorprendió de nuevo Carlos- y como buen cristiano entre comillas, confiesa regularmente con el cura de B.

“Tardé un buen rato en digerir la tajada con la que me estaba alimentando el sobrino de mi madre.”

- ¿Pero no existe algo llamado rimbombantemente secreto de confesión? -Me pregunté más a mí mismo que a Carlos-

- En teoría si, pero ya sabes que en la cama no hay secretos. -Me bombardeó mi primo una vez más-

- ¡Venga!... Me quieres hacer creer, me insinúas, que tu madre y el cura se lo montan como paganos.

“No me sorprendía por un comportamiento mas que inmoral procedente de un “miembro” del clero. Me sorprendía por la candidez de mi tía, cuyo nombre es secreto.”

- ¿Quién crees que es mi Padre? -Me abofeteo de nuevo Carlos-

“Comenzaba a estar mas que arto de las sorpresas del primo de mi hermana; Drogas, corrupción política, sexo, curas, familia y seguro que más.”

- ¡Tú, hijo de un cura! -Exclame- perdona que sonría, siempre pensé que ni tú mismo sabias a ciencia cierta de quien eras fruto, y perdona de nuevo por esto que acabo de decir. Pero que seas el resultado de la unión de tu madre y un roedor del Vaticano...

- ¿Pasa algo con mi Padre? -Me pregunto, recrimino y corto al mismo tiempo Carlos-


“Que habilidad innata la mía para meterme en atolladeros que desafiaban mi capacidad resolutiva.”

- No, supongo que no. -Hacerte ha decir casi tartamudeando- Creo que es mejor volver a la información en si misma, que seguir metiendo mi pezuña en su sacra fuente.

“Carlos se mostraba ceñudo, a pesar de que su expresión facial al referirse al clero, demostraba que no “comulgaba” en mucho con él.”

- “Confiesa” alguna curiosidad más que tengas sobre Raquel, o date por satisfecho. –Encauzó Carlos la conversación por el mismo punto en el que nos había desviado el cura-

“Me sentí obligado de solicitar más información para dejar atrás definitivamente el asunto clerical.”

- Pues si... Cuéntame algo del padre de Raquel, supongo que esa confidencia te es familiar.

viernes, mayo 29, 2009

7ª entrega.

7ª entrega.

“Carlos practicó un inciso para recuperar el aliento, yo aproveche para echarle con disimulo, el humo a la cara.”

...A las dos semanas llegaron al instituto forense de la capital provincial los resultados de las estructuras químicas de las ponzoñas. Con una inquietante nota al pie de la página que rezaba: Procedencias desconocidas hasta la fecha.
No se pudo demostrar nada, el pobre ex novio de Claudia acabo con un metro de tierra cubriendo el agujero de su ulceroso estomago, y como lógico y normal resultado de esta experiencia, nuestra tía siguió ejerciendo su ancestral oficio de meiga fatal...

- ¿Qué es de su hija? -Pregunte con un marcado tinte erótico en el tono de voz-

“El tren aullaba a la luna, al mismo tiempo que reptaba hacia nuestro ya entonces lo sabia, incierto destino.”

- Nunca te han dicho que no tienes ni una pizca de consideración cuando interrumpes a la gente que intenta poner en orden sus ideas, a la hora de contar una historia. -Me amonestaba Carlos- Pero bueno, esta vez tienes excusa, ya que ha sido una buena he interesante pregunta.
Esta hembra de alacrán concebida una noche de luna llena se merece unas palabras dadas sus brillantes gestiones en el universo de los negocios.
Tiene un don especial para reconvertir empresas ya de por sí prosperas, en verdaderas minas de plata.
Regenta en la sombra dos prostibulos, uno en la casi santa ciudad, y otro en una capital de provincia, como no, propiedad del lobo.
Hasta aquí el negocio no tiene nada de particular...

- Mas bien de “pubico.” -No pude evitar el socarrón comentario-

...ni de especial. Pero si tomamos en cuenta que son dos puntos de distribución de cocaína para la gente bien, el negocio comienza a cambiar de color, tirando
hacia el blanco ilegal y vicioso que tú y yo bien conocemos.
Pero que carajo, esto tampoco es demasiado anormal en los negocios del bloque norte.
El verdadero toque personal que nuestra hermosa prima Raquel le da al negocio, es el de extorsionar a más de un personaje público de la provincia. Me creerás si te afirmo y juro por lo más sagrado que tiene en el bolsillo a un mandamás de la “Xunta” de Galicia.

- ¡No me jodas! Hablas en serio, o me vacilas por mis interrupciones.


“Me vi visiblemente animado por la increíble noticia que refrescó mi agotada mente.”

- Sí Señor... -Abrió Carlos los ojos a mis sorprendidos oídos-... Raquel, y por extensión Antonio, disponen de varias instantáneas de esa gorda foca reaccionaria de la política, en obscenas y ridículas poses con un par de señoritas del más viejo de los oficios.
Sin embargo, esto no dejaría de ser puro, simple y tradicional chantaje de toda la vida, si Raquel y su increíblemente retorcido y practico cerebro, no hubieran puesto la guinda al pastel. Les obligan ha seguir frecuentando los reservados de sus clubes para que los lazos sigan firmes.
No extorsionan a estos personajes por dinero. Lo que persiguen son las recalificaciones del suelo, los permisos de obra y el silencio de las instituciones.
Es mas, la esencia de la guinda del asunto consiste en que estos clientes forzados deben enredar en la telaraña de nuestra prima, a familiares y conocidos a ser posible con una elevada posición social, bajo amenaza de hacer públicas fotografías y cintas de vídeo muy comprometedoras.

Con fiestas, trampas, engaños, borracheras, drogas y sofisticadas celadas, Raquel y Antonio tienen apretada en un puño a media burguesía gallega. Por ello no es de extrañar que en el plazo de cinco años puedan guardar en una caja de seguridad de una conocida entidad bancaria unas cintas de vídeo con tomas que podrían acabar con la carrera Política, empresarial, familiar y hasta religiosa de media provincia.
Todo esto te lo cuento para que puedas apreciar...

“La verdad es que comenzaba a sentir un deseo incontrolable de apearme a la primera oportunidad de aquel maldito tren-confesionario.”

...El estilazo que exuda por todos los poros de su piel nuestra prima.
No es de extrañar por ello que su tío Antonio la considere como lo que en realidad es, su lugarteniente. A su vez ella lo considera como a un segundo padre, ya que casi fue criada por él.

“Mire mi barato reloj de pulsera, eran las 23:15.”

- ¿Cómo conoces tú? O mejor dicho, ¿Cómo ha llegado a disponer tu madre de tantos detalles? ...No logro encajarlo.–-le pregunte ya apreciablemente preocupado por las ramificaciones políticas del bloque norte-

“No entendía como había podido con toda esa carga interior sin desahogarse con nadie, ni siquiera de borrachera, como si no ocurriera nada.
Pero, ¡Cojones! Una cosa si veía clara, mi familia me precedía en el coche familiar hacia la boca del lobo gallego.”

- La verdad es que esto que estas oyendo se lo debes a un cura. –-Me sonrió Carlos-

- ¿Qué?... Cada vez comprendo menos...


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lunes, abril 27, 2009

6ª entrega el lobo gallego.


- ¿Qué si la recuerdo? ¡Cómo puedo hacer para olvidarla! ...–-salté como empujado por un resorte mientras percibía a mi pesar, toda una señora resaca en plenas facultades, martilleando y machacando sin descanso mi vapuleado cerebro-

“Recuerdo con la precisión de un reloj Suizo que los ingredientes de aquellas pastas me abrieron un agujero tan grande en la cabeza, que tuve la impresión de que me lo hubieran hecho con un “Magnun” del calibre 38, disparado a bocajarro sobre mi sien derecha.
Agujero por el que experimente la angustiosa sensación de estar perdiendo: Memoria, sentimientos, motricidad, sentido del equilibrio, y demás cosas buenas que guardamos celosamente justo debajo del cuero cabelludo.
Aquellas “pastas” convirtieron mi cerebro en un cohete que creyó subir mil metros a una velocidad pasmosa,
cayendo a continuación en picado hasta impactar en el suelo, creando un gran agujero en el suelo.
10,9,8,7,6,5,4,3,2,1,0. Y el cohete salió disparado hacía el firmamento de nuevo, viendo lo bueno y sublime de la vida y de las complicadas relaciones humanas. Llegado a su punto álgido, descendió como un halcón, hasta desgarrar la presa llamada cordura he impactar en el suelo provocando un nuevo agujero que me sepulto en lo más oscuro de la mente humana, vi la maldad y la corrupción de la condición humana.
Subí más y más alto, profundice cada vez más y más hondo, y cuando mi cerebro no aguanto mas aquella angustiosa sensación de vértigo, recibí con los brazos abiertos a la salvadora inconsciencia...

- Tiene cojones la cosa Carlos... Me preguntas si lo recuerdo... decididamente tiene escrotos la cosa... como olvidarlo.

“Me levanté y cerré la ventana, los pestillos sonaron con un chasquido metálico. En el pasillo no se veía gente, corrí las cortinas y supuse que con un poco de suerte, y a pesar de las fechas, tendríamos el compartimiento para nosotros solos.”

- Pues sí, tienes razón, lo que recuerdo fiel y vivamente, -incluyo Carlos en la conversación- es cuando volvíamos de A ha B... -no se darán nombres de poblaciones que sitúen geográficamente la historia-... para relajarnos y “disfrutar” de la experiencia, aquellas pastas no nos dieron tregua y comenzamos a sufrir los envites de aquellas sustancias perniciosas, en mitad del camino.
Francamente, yo también lo pase fatal y perdí el sentido.
Mira que si nos llega ha ver alguien tirados en aquel prado perdido de la mano de Dios.
Aún hoy me asusta el hecho de que no fuéramos capaces de hablar coherentemente en 24 horas.

- Vaya mala fe que tenía la señora... –

“Escupí al recuerdo de aquella maldita “meiga” mientras me encendía un cigarrillo y buscaba de nuevo la posición horizontal que tanto aliviaba mi por momentos creciente resaca.”

-...Si es capaz, -añadí- de hacerle aquello a dos sobrinos consanguíneos suyos, que no será capaz de experimentar con extraños.


- Creo estar en posesión de una pequeña historia, posiblemente mitad chismorreo, mitad verídica, de lo más sabrosa. -Y llegado este punto, mi primo se calló-

“Carlos parecía divagar por las salas de su memoria, abriendo cajones de armario que guardan recuerdos, imágenes, olores, sabores, sonidos y tactos, recuerdo de lejanos y borrosos días.
El traqueteo del tren al pasar por las juntas de dilatación de los raíles, nos mecía cual bebés, produciendo un sopor no apto para escuchar “leyendas” y retener la información.
Carlos movió los labios.”
- Corría de boca en boca por el pueblo el rumor, incluso la policía llegó a efectuar una investigación, de que había despachado a un ex novio suyo de la juventud. Si es que a semejante personaje se le concedió alguna vez el don de ser joven.
El susodicho ex novio apareció mas fiambre que una momia egipcia de la época de Ramses II, en el punto quilométrico número 16 de una apartada carretera comarcal.
La autopsia reveló que en el momento de sobrevenirle la muerte, el índice de alcohol en sangre era nada menos que de tres gramos y medio por litro de sangre.
Alcohol suficiente como para anular la voluntad de un adulto sano, o provocarle un coma etílico a una persona delgada y con malos hábitos alimenticios.
Pero lo más curioso y lo que suscitó las sospechas tanto de los médicos forenses, como de la brigada de homicidios de la policía nacional, fue el hecho de hallarse en su cuerpo 27 sustancias toxicas diferentes, que taladraron literalmente su ulceroso estomago.
Lo más curiosa a mi modesto entender, es que la última cena de aquel desgraciado estomago, hubiera sido: Tortilla de patatas, y unas pastas acompañadas de anís.
Los médicos forenses no fueron capaces de explicar satisfactoriamente, si las sustancias ponzoñosas llegaron con la tortilla o con pastas, o por el contrario resultaron ser, el postre de una cena mortal por necesidad.
El contenido estomacal, compuesto por: Huevos, patatas, cebolla pochada, pan, alcohol y 27 exóticas toxinas, cada cual más perniciosa que la anterior, resulto ser un desafío faraónico para los patólogos
provinciales. Por la simple razón de que 9 de aquellas sustancias eran totalmente desconocidas para la farmacología, sin llegarse a entender como actuaban en el organismo humano. Fueron enviadas nueve muestras a Madrid...

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Serie Músicos.


La música como elemento diferenciador entre las distintas especies del reino animal.






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miércoles, abril 15, 2009

5ª entrega.


La luz del día entrando en el comedor a trabes de una vidriera, que intentaba asemejar una obra religiosa del siglo XVI, sin lograrlo por mucho.
La luz del sol que al incidir en los distintos colores del ventanal, regaban generosamente el interior de la estancia con más de diez vivos e intensos colores y tonalidades. La vajilla para veinte comensales, las fuentes de plata llenas de suculento caldo gallego, la delicadamente bordada mantelería, las copas de fino y elaborado vidrio Genovés, incluso las caras y manos de mis tíos, primos, hermana y acompañante, padres y demás invitados, sí, toda persona y objeto se veía suavizado y realzado por aquella sinfonía de colores.
Todo y todos, menos alguien.
Recuerdo que en el rostro de Antonio incidía un rayo de luz tintado de rojo, que se originaba en el corazón al descubierto del cristo de la vidriera. Ello le daba el aspecto, falsísimo por cierto, de estar
exageradamente ruborizado. Su colorado rostro presidía todos los detalles del servicio y de la cena.
El servicio se movía en silencio y eficazmente.
Curiosamente, nuestra disposición en aquella mesa presidida por él, me recordaba a la escena representada en la vidriera que nos iluminaba: “Cristo en la última
cena de pascua junto a sus once discípulos, bendiciendo el pan y el vino.”
Con la lógica diferencia, claro esta, que nuestro tío no predicaba en aquella mesa, ni la paz, ni la
cordialidad entre la familia, “divide, ataca por separado con todas tus fuerzas y vencerás, afirmaba con fe... Es curioso que el hecho de estar alejados geográficamente de Galicia, nos a hecho picotear cual gallinas de corral, en las diferentes mesas de los dos bloques, dándonos la sensación y creando la ilusión de que somos neutrales por el mero hecho de vivir en Euskadi...A todo esto, ¿Te pasas el porro?

- Toma... -Terció Carlos mientras se disponía a añadir algo más, al pequeño discurso que yo había escupido de una tirada-... Ataca por separado con todas tus fuerzas y vencerás... -Repetía Carlos-... Y venció, vaya si venció. Durante quince años se fue acostumbrando a no perder nunca y conseguir todo lo que se le antojara, aunque para ello tuviera que pasar sobre la felicidad de los demás, pisoteando sus esperanzas e ilusiones con botas claveteadas.
Todo vale para la consecución de sus objetivos, lo único que le merece respeto es él mismo. Todo lo
demás, incluida su descendencia, son flecos secundarios en su visión egoísta de la vida.

“El tren comenzó el ataque a una curva a la derecha, y por un momento vi la silueta de la locomotora.”

- Valiente y noble donde los haya, -me puede la ironía- ¿Es verdad el origen de su mote?

- Sí... De pequeño se dislocó un hombro disparando contra un lobo que merodeaba al ganado un frío día de invierno.

“Me revolví buscando la utópica comodidad total, en un imposible compartimiento, de un vagón de segunda clase de la RENFE.
Le di tres o cuatro caladas más al “peta” y se lo pase.”

- Me gustaría saber algo más, -suplique- del resto de los miembros del bloque norte.

- Voy ha satisfacer tu curiosidad... -Me replicó mientras “asesinaba” la “chusta” del porro, aplastándole la “cabeza” contra el rebosante cenicero-... ¿Qué sabes y recuerdas de Claudia? –-Me preguntó ha continuación, a bocajarro-

“Me sentí como el niño sentado en la penúltima fila de clase, al que el profesor pregunta sobre el único tema de la lección que ha estudiado... ¡Me la se, me la se!“

- Recuerdo, -más de lo que deseo- que es dos años más joven que mi madre, y que solo se parece a esta en los apellidos y en poca cosa más. Es de la única hermana que me ha hablado mi madre con cierto temor, al conocer bastante bien su trayectoria vital.
La recuerdo sumamente baja, metro cincuenta calculo yo, pero al igual que los buenos perfumes, los mas temibles venenos también vienen en frascos pequeños.
Mi madre sacó ha relucir la palabra veneno por que de eso tiene fama, de vieja bruja. Supuestamente vendida a los mas increíbles vicios en su juventud.
Es capaz de preparar unos brebajes, que dejan al LSD, a la cocaína y a la anfetamina, a la altura de un inofensivo zumo de naranja.
Ella conoce a la perfección, el estramonio, la efedra, y cualquier planta que contenga alcaloides capaces de mandar a paseo el sistema nervioso central de un adulto normal y sano.
Es capaz de preparar pócimas que despachan directamente al otro mundo, fetos de hasta ocho semanas de sana y feliz gestación...
...Por supuesto que si quería, podía quitarte una resaca, o una cruel jaqueca, con un solo vaso de mejunje. Todo esto te suena mejor que a mí por
supuesto, pero seguiré para que veas que es lo que te puedes ahorrar cuando me pongas al día.
Aquellas pócimas olían a rayos, sabían a truenos y su presencia en el vaso recordaba una tormenta de bilis. Lo mejor era cerrar los ojos, taparse la nariz y echártelo al coleto de un solo he impresionante trago.
Como puedes ver, yo conozco por lo menos un retazo de la historia de esta familia.

- Si ya veo... -Volvía ha tomar la batuta de la conversación mi primo-

“Se levantó y abrió la ventana para orear un poco el habitáculo cargado de humo, “niebla” que había servido de momento, para disuadir a los viajeros que pasaban por el pasillo de entrar en nuestra madriguera.”

- No tengo que precisar, -continuó Carlos- que Claudia alias “la meiga” no disfruta haciendo el bien ni de casualidad.
Por cada gripe o jaqueca que alivia, siente ella la primitiva necesidad incontrolable, de poner en peligro la vida de alguna moza embarazada. Ya que su muy personal sistema abortivo es capaz de desangrar si no se anda con extremo cuidado, a la mujer más joven y lozana.
Como tú bien sabes, ella tiene un extraño y retorcido sentido de la hospitalidad.
¿Recuerdas las pastas alucinógenas que nos preparo? Cuando insistimos que queríamos probar algo que nos llevara al borde mismo de la cordura, pero sin abandonarla, para atisbar el abismo que hay en cada mente...
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jueves, abril 02, 2009

4ª entrega.


- Así es, -corroboró Carlos, mis por cierto, fáciles deducciones- la casa, los autobuses, los barcos la panadería, la empresa constructora, la tienda de alimentación. Todo eso y algo más es el fruto de los amplios márgenes de beneficios que deja el negocio de la cocaína.

“Pasaron diez minutos en silencio por nuestra parte, el tren adquirió velocidad y el paisaje nocturno comenzó a desfilar al otro lado del frío cristal.”

- ¿No esta Jesús... -Pregunté yo-... al frente de la empresa constructora

“Carlos se incorporó, rebuscó en su negra mochila y extrajo de una pequeña bolsa de cuero marrón una postura
de hachís, y comenzó con los preámbulos de la elaboración de un “peta.”

- Pues sí... -Afirmó mientras diseccionaba una “china” del tamaño apropiado-... Tu tío Antonio a puesto a Jesús
el mayor de sus hijos, al frente de la pequeña empresa de construcción. Sociedad que se dedica la edificación de villas a la medida en varios puntos de la costa gallega, Rías bajas para ser más exacto.
Antonio compra un terreno, consigue con chantajes las recalificaciones y permisos necesarios, esta es otra historia que abordare mas adelante, y deja que su hijo mayor y sus obreros levanten una mediana pero coqueta villa, en menos tiempo del que tarda un servidor en soplarse medio litro de kalimotxo de un solo trago.
Solo los vi en el tajo una sola vez, y te juro que era un espectáculo digno de observar y admirar.
De esos currelas, el que no era electricista, era fontanero. El que no sabia de escayola, entendía de carpintería. El que no se manejaba con sistemas de aire acondicionado, entendía de mujeres descontentas con la marcha de las obras. Y por supuesto, todos dominaban la albañilería a la perfección.
Con este equipo, nuestro primo Jesús se esta montando en el Dólar, y de paso haciendo más acaudalada a ese lobo de nombre Antonio.
Lo peor, es que mi madre sospecha, que uno de sus vecinos desaparecido hace cuatro años por cortejar a nuestra primita Juncal, reposa en los cimientos de una de esas villas. Hay que reconocer, que era un degenerado.

- La verdad -afirmé- es que comienzo a estar impresionado, por no decir que acongojado, por no afirmar que acojonado.

“Carlos se encontraba en la avanzada fase de liar el porro, con la gran pericia adquirida a lo largo de toda una adolescencia de fumador empedernido.”

- Cuéntamelo a mí... -me decía, antes de pasar su lengua por la banda de la pega del papelillo de liar-... Nuestro tío Antonio, alías “El lobo” es un capo menor de la coca, y mucho me temo que sus manos estén manchadas de rojo arterial, tributo de la sangre de al menos dos desgraciados, que tuvieron la mala ocurrencia de interponerse e interferir entre él y sus intocables intereses.

“Llegado a este punto, Carlos izo una pequeña pausa para encender el “peta” y darle una gran e intensa calada. El humo ascendió y cargo el ambiente, desdibujando el reflejo de su cara en el cristal.”

- ... La verdad Abel, -proseguía Carlos- es que su sola presencia conseguía producirme una taquicardia mas pronunciada, que la producida por la mezcla de alcohol y anfetaminas a la que estoy intermitentemente casi habituado.
Y es que aquí un “menda” no esta ni acostumbrado, ni familiarizado, a sentarse en la misma mesa que un capo de la droga, por muy pequeño que sea.
Cada vez que lo recuerdo, -continuaba Carlos con su perorata- consigo que todos y cada uno de los poros de mi asustado cuerpo, emanen sudor a un ritmo alarmante. Y es que cada vez que pienso que pase dos noches en su casa, que dormí allí, en la lobera junto a sus cachorros, consigo dejar de saber en que parte de mi cuerpo se encuentran mis genitales...

“Las cortinas de la puerta del compartimiento estaban descorridas y se veía pasar gente por el pasillo en busca de un hueco libre.”

- Sabes primo... -Corte por lo sano la alocución con la que me estaba martilleando-... Me has hecho recordar
algo que me llamo la atención hace cuatro años, en mi última visita, fue una comida dominical ofrecida en consideración a mis padres.
Te lo juro, creo estar viéndolo ahora mismo con toda precisión de detalles.
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miércoles, abril 01, 2009

"Solitaria"


“Solitaria”
Arquitectónicamente varada en la vida...
Firme ante el paso del tiempo...
Viendo crecer generaciones...
Muda testigo de viejos secretos olvidados en la estepa del tiempo pasado.
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sábado, marzo 28, 2009

3 entrega.


“Personalmente, siempre pensé que una de las primeras paridas que la infinitamente “sabia” mente del hombre invento, un día en que mejor hubiera hecho arrojándose de cabeza a un barranco, fue el concepto de familia patriarcal. Por que la cruel realidad es que de un mal invento se trata. La familia resulta ejercer el papel de un micro-estado, sobre el que se asienta y fundamenta ese macro-estado al que todos por desgracia conocemos por su vampirismo, buitreo, y avanzado grado de descomposición social.
Mi familia por parte materna presenta varias similitudes con este arcaico sistema en el que nos a tocado vivir. Al igual que este, se encuentra en gran medida dividido geográficamente, y sobre todo, no comulgan en lo mas mínimo ideológicamente.
No es que sea una división política ni mucho menos, sencillamente es qué aproximadamente el cincuenta por
ciento de la familia, no puede ver al resto ni en pintura... Cuestión de escrúpulos, por ejemplo, a la hora de introducir en el país cocaína.”

- Bueno, dejas de soñar y me prestas una pizca de atención, si no resulta pedir demasiado para ti...

“Con un berrido Carlos me sacó de mi ensimismamiento.”

- ¡he!... sigue Primo, estaba pensando en un invento.

- ¿En un invento? –-Se sorprendió Carlos-

- Sí Carlos, en un puto invento llamado familia.

“Sonó un pitido agudo, y el último vagón de aquel tren comenzó a padecer los tirones de arranque iniciales de un potentísimo motor eléctrico.”

- Como te iba diciendo, -continuó- mi madre me contó, después de la trifulca familiar y bajo los efectos de un fuerte remordimiento de conciencia, los tejemanejes de esta ahora lo se, sorprendente familia...

- Cuéntame algo concreto, -bramé yo- me tienes en vilo.

- Abel... ¿Sabes lo que es el bloque norte?

- Creo tener entendido, -conteste- que es la facción familiar que sigue sin hacer preguntas la estela de tío Antonio.

- Más o menos, -suspiraba con resignación Carlos- se puede afirmar que por desgracia es así... Pero ¿Sabes como consiguió Antonio separar sus negocios e intereses de la gran y poderosa matriarca?

- Pues no... Lo ignoro. -le conteste-

“Me empezaban a joder los adjetivos que utilizaba Carlos para definir al clan familiar: Poderosa, honorable... Seria cosa de la gran resaca que nos ofuscaba el pensamiento.
Fuera, en la fría noche, sonó un pitido.”

- Deberías saber, -prosiguió mi primo con su relato- que nuestra abuela Carmen heredó de nuestro difunto abuelo
cinco pequeños barcos de bajura, que aparte de las tradicionales operaciones de pesca, se dedicaban a la
no menos tradicional faena de hacer contrabando con alcohol y tabaco.

- Algo parecido he oído en casa de toda la vida.-le dije-

“Esto no se cuenta a nadie, solía decir mi madre en la mesa cuando se tocaba el más que controvertido tema en las comidas familiares.”

- La cuestión, -seguía diciendo Carlos- es que tío Antonio allá por los años setenta, comenzó ha utilizar esta podríamos llamar infraestructura, para introducir pequeñas cantidades de cocaína en la península a espaldas de la abuela.

-¿Carmen no se percató -pregunté- de lo hacía tío Antonio?

“Me extrañaba sobremanera, con la fama que siempre tuvo de astuta y resabida mujer.”

- Antonio contaba con el apoyo de los cinco tripulantes de uno de los barcos -me informó mientras tiraba la ceniza de su cigarro al suelo del compartimiento- y cuando la abuela se entero de que algo olía mal y lo expulsó del negocio, era demasiado tarde para frenar a Tío. Este disponía ya del dinero necesario para comprar
cuatro viejos y vetustos barcos, que le sirvieron de base para su futura prosperidad.

- Y a partir de ahí –-empecé a deducir- se construyó esa tapadera de legalidad aparente de la que disfruta hoy ¿No?
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Fiestas de Lezo



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jueves, marzo 26, 2009

"La última cena"

De cómo la religión Católica acabo devorando todos los principios del cristianismo primitivo, y termino “acostándose” con reyes, dictadores y demás personajes funestos para la gente sencilla.

Solitaria.

La soledad del ser humano en la inmensidad de la vida, asemeja las sencillas arquitecturas populares aisladas en grandiosos paisajes.

miércoles, marzo 18, 2009

2ª entrega.







2ª entrega.


- Próximo tren con destino a Coruña efectuara su salida dentro de 15 minutos desde el andén número dos...

“Berreaban” los altavoces de la estación, con un tono y volumen, de lo mas molesto para mi gusto en aquellos delicados momentos.”

- Lo que más me preocupa y jode, aparte de esos putos altavoces... -Me afirmaba Carlos mientras cogíamos nuestras mochilas del suelo y nos encaminábamos con paso indeciso hacia nuestro tren destino-... Es la delicada situación en la que queda esta familia.

- Para tanto no será...


“Le replicaba yo, mientras cosa rara en mí, me tropezaba con unas abandonadas maletas y casi me rompía los dientes en el duro y sucio andén.”

- Oye... A ver si miras por donde vas.

“Oí una voz a mis espaldas. Seguro que propiedad de una mujer mayor y apenada.”

- ¡Señora! ¿Porqué deja su equipaje en plan celada en medio del paso de la gente? No sabe que el robo y la sustracción de objetos de valor, tienen en las estaciones y demás aglomeraciones sus habitad naturales.

“Disparé literalmente por la boca, apuntando a la cara de la inconsciente mujer de marras, sin apenas percatarme de lo agresivo de mi postura.”

- ¡Oye! Que solo ha sido un momento...

“Replicaba la sorprendida y atónita voz.”

- Si, un gran momento de imprudencia por su parte, que casi me cuesta una caída de bruces con todas sus posibles secuelas.
- No te ha ocurrido nada, exagerado...

- Se comporta usted como esos animales que se reúnen en rebaños...

- Tira para el tren, que te veo venir...

“Me espetó Carlos mientras me arrastraba por el andén número dos, en dirección a nuestro medio de transporte.
Atrás quedaron los balidos de aquella añeja oveja.”

- De buena gana la trasquilaba...

- ¿Qué?

“Me miraba mi primo con sus sorprendidos ojos bañados en sangre.”

- Nada, cosas mías... Idioteces cerebrales de mi exclusivo uso. -Le contesté de malísima manera
-

- Hay que ver como te pones por nada... yo le hubiera acertado con la bota en plena boca, por dejar la maleta en plan trampa ahí.

“Me sugirió sonriendo Carlos.”

- Bueno, resultas muy moderado cuando quieres, dejémoslo estar...

“Casi grité para aupar mi voz por encima del barullo sonoro que reinaba en la estación del norte.”

-... Y contéstame: ¿Porqué te preocupa tanto, la situación en que a quedado la familia, tras la muerte de la abuela Carmen?

- La verdad es que tú no sabes de la misa la media, me consta que hay cuestiones que siguen siendo un secreto para los que vivís alejados de Galicia.

“Me aclaraba Carlos. Hundiéndome un poco más en el pozo de la ignorancia, en el que estaba cayendo sin remisión.”

- Tienes razón, -conteste yo a mi vez- nunca me ha interesado demasiado lo que ocurre a 800 kilómetros de mi pueblo, y menos tratándose de trapos sucios de la familia.

“Nos quedamos mirando la placa que marcaba nuestro número de coche.”

- Pues va siendo hora de que eso cambie, -me sugirió Carlos- necesitas información, ya que nos dirigimos paso a paso a la boca del lobo gallego.

- ¡Venga Carlos! No me seas como los narradores de historias medievales. –-le comenté mientras subíamos resoplando al vagón de segunda clase, que nos llevaría hacia nuestro incierto encuentro con la realidad en tierras gallegas-

- Aquí mismo -sonó a orden castrense-

“Entramos en un compartimiento del vagón de cola por aquello de los choques frontales ferroviarios.
Tiramos las pesadas mochilas al suelo, cerramos la puerta del habitáculo y nos despatarramos, ocupando las plazas destinadas a seis personas, dando un merecido respiro a nuestros cansados huesos derrotados por dos noches de farra consecutiva.”

- Lo difícil es que no veo por donde empezar con un mínimo de coherencia... -retomó el hilo de la conversación Carlos-... No se hasta que punto conoces la “historia” de la familia, me refiero al verdadero y oscuro pasado.

- Hazte a la idea de que no se nada. –-respondí-

“Carlos ladeó su tumbado y por el momento acabado cuerpo, sonrió y me dio la impresión de que en su cortex cerebral se encontraba en plena efervescencia un desagradable discurso.”


- Sabes, -empezó- uno supone, o por lo menos yo creía, que su familia, nuestra familia, es, era, normal. Numerosa, con problemas, contrabandista, pero normal al fin y al cabo.

- Yo también pienso lo mismo... -Le respaldé-

- Espera, espera... -Me cortó por lo sano mientras se encendía un cigarro- El velo cayó hace dos años y medio. Mi madre en una disputa familiar puso las cartas sobre la mesa... ¿Porqué crees que me fui a Londres?

- Tú sabrás, yo no soy brujo. -Respondí mientras me quitaba las botas para conseguir un grado mas elevado de comodidad-

- Pues la razón de que me fuera a Inglaterra, como me pude haber escapado a Jamaica, fue simplemente que me acojone. Ocurrió como de hecho y palabra ocurre muy a menudo en esta vida, que una cadena de sucesos y acontecimientos, tiro por la borda, por así decirlo, la supuesta etiqueta de normalidad de nuestra muy honorable familia. Sentí horror al pensar que uno de los dos bloques intentara captarme.

- ¿Honorable? Tú alucinas, deben ser la falta de sueño y nutrientes. -Le lancé un mechero-

- No seas cabrón, era un decir como otro cualquiera. Que preferías que hubiera dicho: Puta familia.

- Por ejemplo. -Dije riéndome con ganas-

viernes, marzo 06, 2009

1ª entrega de "El lobo Gallego"

















1ª entrega.


“Mi abotargado cerebro, y la demacrada cara de mi primo Carlos, me recordaban con machacona insistencia, que hacia ya más de 36 horas que no pegábamos ojo.
La estación de ferrocarriles de San Sebastián se encontraba abarrotada de gente y en ella reinaba el ruido en sus múltiples manifestaciones, ya fuera en forma de ruidos mecánicos, de zumbidos eléctricos, o de gritos humanos.
Solo faltaban restar dos días al calendario para entrar de lleno en esa hipócrita fiesta pagana que los supuestos cristianos llaman: Navidad.
Carlos tenia las conjuntivas inyectadas de sangre, el blanco de sus ojos, al igual que los míos, parecían sendos mapas de carreteras cuyos trazados hubieran sido delineados con finas rayas rojas.
Su mirada me preguntaba inquisitoriamente, el porqué de nuestra mala suerte.”

- Ya es puta casualidad ¿Porqué precisamente hoy? Dime... ¿Porqué?

“Preguntó sin apenas ganas mi primo Carlos, al mismo tiempo que desviaba su roja mirada hacia una mujer rubia y despampanante, cuyo destino hubiéramos querido compartir, por lo menos inicialmente, sin ningún genero de dudas.


- Creo yo –-contesté fijándome en los sugerentes movimientos de los téjanos- que la vieja matriarca pese a todos sus conocimientos, ha terminado como todo hijo de vecino nacido de madre, dejándose sorprender por la astuta parca, una mañana gris y lluviosa.

“Paseé mi mirada del monumental trasero de la joven a los fatigados ojos de Carlos.”

- A mí me da la impresión -escupió con rabia Carlos- que la vieja matriarca decidió morirse hoy, con premeditación, sabiendo que lo que más me molestaría ahora que llevo 36 horas sin dormir, sería un viaje de esta naturaleza.

- ¡Joder Carlos! –-me reí- ¿Quién me esta hablando? Tú. ¿O una resaca que a usurpado tu voz tomando el control de tu mente?

“Mi primo hasta hacia dos años había residido de toda la vida en tierras gallegas, habiendo pasado los últimos 24 meses en Londres, trabajando y perfeccionando su ingles.
La muerte de la abuela Carmen le sorprendió de vacaciones por tierras vascas.
Mis padres, mi hermana y su novio, partieron rumbo a Galicia aquel mediodía en el coche familiar.
Mi primo y yo tendríamos que conformarnos con engullirnos toda una noche de viaje en tren, con la única compañía de nuestras molestas y respectivas resacas.”

miércoles, marzo 04, 2009



Los reyes se apoyaban en él a su conveniencia.
Los papas usurparon su papel como mediador.
Los militare lo utilizaron como enseña en sus contiendas.
El pueblo, en otras épocas, se postro ante su imagen buscando el consuelo que este mundo les negaba.
El rico no siguió sus predicas.
El acaudalado no alivió el sufrimiento del necesitado que suplicaba.
El clero practicó con alegría la corrupción.
El pobre fue lobo con los de su misma condición.
Todos cometieron los siete pecados capitales.
En su condición humana, él no reconoció a los reyes de este mundo.
El atacó con violencia a los que profanaban la casa de su padre.
Hoy en día nos hubiera condenado a todos.
Ayudémosle ha fugarse del martirio.
Siempre libres.

lunes, marzo 02, 2009


El progreso negativo que nos esclaviza ha seguir el ritmo que marcan los sistemas productivos actuales.
El progreso negativo que nos persigue por nuestras calles. Que nos roba espacio en nuestros pueblos y ciudades. Que nos cobra un elevado tributo en sangre.
El progreso negativo que nos arranca del suelo para dejar nuestras raíces secándose al sol.
El progreso negativo que nos aleja de lo esencial, haciéndonos olvidar que necesitamos tanto nuestro propio tiempo, como el aire contaminado que respiramos.
El progreso negativo que amenaza a la especie humana.

Exposición en Arrigorriaga 1 - 10 de octubre de 2008.

Llegas a un pueblo donde no conoces a nadie, descargas la materia prima necesaria para el montaje de la exposición. Algunos vecinos se giran al ver ciertos cuadros de gran formato y de contenido políticamente incorrecto, hay caras de estupor en algunas personas, y de cierta afinidad en los semblantes de otros vecinos.
Las obras son expuestas en un orden inicial que obedece a si forman parte de una serie o no, se sitúan unas cuantas agarradas de las manos por orden cronológico, otras se colocan anárquicamente a su antojo puramente aleatorio.
Llega el día de la inauguración, entran los primeros visitantes y me siento igual de expuesto que en una playa nudista donde no hace más que llegar gente vestida.
Hay obras de contenido explicito que dejan al autor en cueros sicológicamente. Se pela el cuerpo como la piel de una naranja para dejar al descubierto los gajos de nuestra personalidad. Ser introvertido y exponerme a los demás a través de mis cuadros, es una de las cosas de esta vida que más estimulan el más ancestral de los instintos animales: La supervivencia, la huida, el ataque...
¡Qué corra la adrenalina!