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lunes, noviembre 15, 2010

"Anulado"


Anulado por la TV



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Cuadros




El mundo actual está lleno de distracciones tecnológicas que nos alejan de lo realmente importante.
Como casi siempre es el lado masculino de la relación el que más peca de vicioso en todos los aspectos de la vida. Personaje derrotado por la juerga y anulado por la tecnología pasiva que nos digiere los contenidos volviendo flácidos los “músculos” cerebrales.
Herramientas del sistema politico que distraen con golosinas a millones de personas que viven por, y para una afición. Diosa femenina que observa la escena y no entiende las prioridades de nuestro personaje.





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miércoles, noviembre 10, 2010

"Mujer mudando de piel"


"Las prendas caen al suelo como las hojas en otoño..."
Gran paleta de colores.




No sabría decir si es la imagen de la promesa de unas prendas que caen al suelo, o mas bien el telón que cae después de una obra teatral.
El personaje masculino contempla la escena, pero dudo que su mentalidad oscurecida por la testosterona, sea capaz de indagar en lo más íntimo de la figura femenina.
Cuando él cree verla desnuda del todo se equivoca. La verdadera desnudez de la mujer está más oculta aún. La ropa es otra capa de piel, debajo de la dermis subyacen otros estratos.
Nunca se podrá estar tan cercano y lejano a la vez de otra persona. Nuestra percepción de la “realidad” tiembla y se distorsiona con el deseo.
Una cosa esta clara, cuando una mujer se despoja de sus ropas, no solo se desnuda, cambia de piel.



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lunes, noviembre 08, 2010

"Espantacalvario"


"Espantacalvario"
"Espantacalvario"



Su deber consistía en espantar a tan oscuras aves.
“El Mesías de la biblia bajó a la tierra para ahuyentar a los impíos de corazón.
Su dedicación se centró en la protección de la cosecha humana que preparaba para su padre celestial.
Aves de mal agüero acechaban a sus discípulos con tentaciones mundanas, los deseos de la carne eran piedras en el camino.
Su deber consistía en espantar a tan oscuras aves y allanar el camino a sus seguidores.
La imagen del calvario fusionada con espantapájaros dio formato a esta obra.”






Aves de mal agüero acechaban a sus discípulos con tentaciones mundanas, los deseos de la carne eran piedras en el camino.

Página 44.



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domingo, noviembre 07, 2010

34ª entrega

El lobo Gallego.



¡Será hijo de puta! ... Me debes dos “talegos” Abel. No ha mirado.
- Como que solo me debes uno.



nos quedamos mirando como la lluvia bombardeaba obstinadamente la solitaria parada de taxis.

“El Patrol se acercó a una velocidad muy moderada, manejado por nuestro primo Maxi con una excesiva cautela. Vista su cara de honda concentración, cualquiera afirmaría encontrarse ante un conductor novel.
El coche patrulla nos dejo a su izquierda, a una distancia inferior a los seis metros. Maxi no giro la cara siquiera.
Yo me inclino ha pensar, que seguramente necesitaba todas y cada una de sus escuálidas neuronas, para desenvolverse con normalidad entre el escaso trafico rodado.”

- ¡Será hijo de puta! ... Me debes dos “talegos” Abel. No ha mirado.

- Barkatu, pero solo te debo uno.

- Como que solo me debes uno. -Comenzó ha gruñirme Carlos al mas puro estilo gallego-

- Recuerda, que yo te he apostado uno a que no paraba.

- Osea, que si llega ha mira, te debería yo a ti dos mil.

- Buen matemático, -le aseguré- era una buena apuesta, dos contra uno, mala suerte para mí.

- Vete al pedo y piérdete.

- De que te quejas, has ganado pasta en la primera muestra de buena suerte que tienes desde que iniciamos este funesto periplo.

“Al mismo tiempo que Carlos y yo discutíamos de finanzas, un taxi para prácticamente delante de nuestras narices y nosotros ni nos enteramos.
Cuando nos percatamos de su presencia, solo fue para ver como una vieja lo abordaba por la puerta trasera del lado del copiloto.”


Al mismo tiempo que Carlos y yo discutíamos de finanzas, un taxi para prácticamente delante de nuestras narices y nosotros ni nos enteramos.

Página 44.
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33ª entrega


Nos quedamos mirando como la lluvia bombardeaba obstinadamente la solitaria parada de taxis.


“Allí nos quedamos, mirando como la lluvia bombardeaba obstinadamente la solitaria parada de taxis. La providencia nos negaba el derecho a un confortable vehículo que nos acercara al pueblo.
Mi mente ante la mala suerte que nos perseguía por medía geografía ibérica, hizo un repaso y se detuvo en nuestro encuentro con Maxi.”

- Sabes... Me he ganado un enemigo. -Le mencioné a mi primo Carlos-

- Eso creo yo también... Mal asunto.

- Hubo un momento en el que Maxi tuvo la cara tan descompuesta, que le creí capaz de pegarme cuatro tiros allí mismo.

- Sí, la verdad es que ha sido un buen comienzo, no podemos quejarnos. “Hace un sol del carajo y tenemos decenas de taxistas peleándose por llevarnos.” -Carlos se perdió en sus pensamientos unos segundos-
Yo también he defraudado a nuestro primo policía. Recuerda sus palabras. Decididamente, somos unos inconscientes.

- Esto no puede estar ocurriendo... Pero ocurre.

“Mientras tanto, en la periferia de mi campo visual, justo en sus mismísimos limites, comenzó ha desplazarse un vehículo no identificado inicialmente por mi memoria consciente, de un color oliva subida de tono.
Gire la cabeza unos sesenta grados, y el verde objeto rodante en cuestión, se transformo gracias al buen enfoque ocular, en un “Patrol” de la policía.”

- ¿Hace un “talego” a que ese es Maxi? -Reté a Carlos con una pequeña apuesta-

- No, porque lo es.

- ¿Hace mil pelas a que no para? -Insistí con la apuesta-

- ¿Hacen dos a que ni siquiera mira? -Contraataco Carlos-

- Hecho. -Acepté por darle emoción-




“Mientras tanto, en la periferia de mi campo visual, justo en sus mismísimos limites, comenzó ha desplazarse un vehículo no identificado inicialmente por mi memoria consciente, de un color oliva subida de tono....


Página 44.

viernes, noviembre 05, 2010

32ª entrega

El lobo Gallego.

El lobo Gallego

"Al fondo vi al interventor inspeccionando los compartimientos uno a uno. Salté sin demasiada confianza al andén, y sentí que había quemado una etapa de aquel viaje de marras.”

- Espérame pendejo norteño. -Gritó Carlos a mi espalda, me gire-

“Saltó del vagón y de no más de seis decididos pasos se coloco a mi altura. Sin más dilación nos encaminamos hacía la salida de aquella ratonera, que era la estación de A Coruña.”

- ¡Oye! ¿Dónde está la banda de música? Y la frenética multitud que debería agasajarnos. ¿Dónde se ha metido?

“No pude evitar echarme en brazos de la risa mientras bajábamos las escaleras del paso subterráneo, aplacado el ataque de hilaridad subimos al otro anden.”

- Si hombre, la limusina en la puerta, el chofer esperando, la escolta presta... -Añadí-

- Por favor, no menciones ni escoltas, ni símiles policiales.

- Tienes razón...

“Cruzamos la puerta interior de la estación esquivando grupos dispersos de viajeros con sus consabidas cargas de equipaje. Se imponía un desayuno en toda regla."

- ¿Desayunamos? –-Pregunte al aire-

- Creo que no, adolecemos de falta de tiempo.

“Pasábamos al pie de una cafetería que emanaba aromas a repostería y café recién hecho."

- Me tienes que convencer, como te puedes resistir a ese olor.

- Tú mismo lo dijiste en el tren, nos urge que hable con mi madre... Ya desayunaremos allí.

- Permíteme que haga una cosa, ahora que no la veo ocupada...

“Me lancé como un poseso en dirección a la cafetería y compre dos palmeras de chocolate, el café tendría que esperar.”

- Toma el cambio, gracias.

- Adiós, que tenga un buen día.

“Carlos observaba mi zalamería con el sexo opuesto y esperaba ansioso su parte de repostería industrial.”

- No se si te lo mereces, -le tendí una palmera- con lo bien que nos iba ha sentar un zumo y un café con...

- Lo primero es llegar al pueblo de una maldita vez...

“Carlos dejó de hablar, y yo de prestarle atención. Devoramos las palmeras y nos relamimos como gatos.”

- ¿Va?

- Venga.

“Cruzamos la puerta de la estación esquivando a un matrimonio mayor.
A los tres metros de rebasar la entrada exterior, las gotas de lluvia que se estrellaban contra el suelo con el mismo ímpetu de los kamikazes nos frenó en “seco”.

- ¡Putada!... -exclamo Carlos-

- Decididamente, estamos en racha.




No pude evitar echarme en brazos de la risa mientras bajábamos las escaleras del paso subterráneo, aplacado el ataque de hilaridad subimos al otro anden...

Página 44.

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lunes, noviembre 01, 2010

Eli

Su imagen en la fotografía se desvanece degradada por tantos años de exposición al sol. La hojarasca del otoño cruje al ser mecida por el viento, al tiempo que acaricia su joven rostro. El panteón presenta un aspecto descuidado, como si hiciera mucho tiempo que nadie lo adecenta, el olvido sigue con su infatigable labor.
Eli era su nombre, por el que la llamaban sus seres queridos. Su cara desdibujada por la caída de los meses se me antoja muy años 70 del pasado siglo, era jipi. Nada indica ni su primer, ni su último día. Su edad desconocida, sus apellidos un insondable misterio.
El viento narra posibles historias que la arropen de contenido nebuloso. Eli zarpó en un barco llamado olvido un desconocido día, de un mes misterioso del año más oculto.
Feliz travesía.