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viernes, diciembre 31, 2010

"Calendario"

2011… el calendario marca nuestras vidas, señala efemérides de nuestra existencia, controla nuestra “vida” laboral, nos dice cuando madrugamos y cuando no.
2011… El calendario es el principal instrumento administrativo del poder, marca plazos para la ejecución de hipotecas. Dicta cuando no podrás jubilarte… Si te dejan, claro.
2011… ¿Quién puede afirmar que estamos a punto de entrar en el 2011 después del nacimiento de Jesús? ¿El corte Ingles? Jua…
2011… invento de obispos y reyes, Dios nos libre de esa plaga.
2011… Calendario, icono de nuestra falta de libertad.
2011… La verdadera celebración estribaría en la anulación de cualquier sistema de computación de término tan abstracto como resulta ser el escurridizo tiempo.
2011… Beber, comer, gozad toda la vida, y que los dioses paganos iluminen vuestra senda para que jamás tengáis la impresión de que son otros los que manejan los hilos.

"Solitaria"


Solitaria y melancólica en la llanura desolada, casa sin ventanas, ciega al sol del atardecer, sorda al rumor del viento azuzando la vegetación.
Generaciones enteras llegaron, linajes completos pasaron, ella continúa varada en el tiempo. Sus paredes guardan la impronta dejada por innumerables historias, unas acaecidas en el interior y las menos en el exterior. Símbolo de lo que pretende ser longevo.







jueves, diciembre 23, 2010

"Irena"

Una bella historia encontrada en la red.


Una señora de 98 años llamada Irena acaba de fallecer. Durante la 2da. Guerra mundial, Irena consiguió un permiso para trabajar en el Ghetto de Varsovia, como especialista de alcantarillado y tuberías. Pero sus planes iban mas allá... Sabía cuales eran los planes de los nazis para los judíos (siendo alemana). Irena pasaba niños escondidos en el fondo de su caja de herramientas y llevaba un saco de arpillera en la parte de atrás de su camioneta (para niños de mayor tamaño). También llevaba en la parte de atrás un perro al que entrenó para ladrar a los soldados nazis cuando salía y entraba del Ghetto. Por supuesto, los soldados no querían tener nada que ver con el perro y los ladridos ocultaban los ruidos de los niños. Mientras estuvo haciendo esto consiguió sacar de allí y salvar a 2500 niños. Los nazis la cogieron y le rompieron ambas piernas, los brazos y le pegaron brutalmente. Irena mantenía un registro de los nombres de todos lo niños que sacó y lo guardaba en un tarro de cristal enterrado bajo un árbol en su jardín. Después de la guerra, intentó localizar a los padres que pudieran haber sobrevivido y reunir a la familia. La mayoría habían sido llevados a la cámara de gas. Aquellos niños a los que ayudó encontraron casas de acogida o fueron adoptados.
El año pasado Irena fue propuesta para recibir el Premio Nobel de la Paz. Pero no fue seleccionada. Se lo llevó Al Gore, por unas diapositivas sobre el Calentamiento Global y en 2009, Obama sólo por buenas intenciones.

Esta claro que ciertos reconocimientos internacionales en formato de premio,  adolecen de ceguera total. Su valor es solamente el que viene en el cheque anexo.

Podéis visitar el blog aquí:

Libertad.http://www.contactoalegrias-mimi.blogspot.com/







domingo, diciembre 12, 2010

36ª entrega


El lobo Gallego.



25 de Diciembre



- Buenos días.

- ¡Cómo serán los malos!

- Peores... Sin duda.

“Tire las mochilas dentro del amplio maletero de aquel mercedes, lo rodeé y lo asalte por la puerta trasera del lado del copiloto. ¡Carajo! Realice la misma maniobra que la anciana que nos birlo el último taxi.
Carlos ya estaba en el confortable asiento del copiloto.
El taxista abrió su puerta y cerró el negro paraguas, maldiciendo a todas y cada una de las gotas que se precipitaban al suelo a su alrededor, sin olvidarse de ninguna de ellas. Se sentó y cerro la puerta.”

- Así que os dirigís al pueblo de “A”.

- Nuestro trabajo nos esta costando...

“Clavé las rodillas en el respaldo del asiento de Carlos, con la malsana intención de molestarle un poco. Qué le importaba a aquel hombre nuestra mala estrella en todo aquel maldito viaje.”

- Pásate a este asiento trasero. -Ordené a Carlos-

“Vista la mirada furibunda que le lancé, mi primo se plegó a la orden recibida. Salió deprisa, rodeó el coche por su parte trasera, abrió, entró, y cerró la puerta en un tiempo record.”

- Juntitos mejor, ¿No crees? -Me parecía lo más correcto-

- Juntos hasta el final, hasta darnos la gran hostia.

“Aquel hombre puso a cero el taxímetro y pareció pensarse la ruta a seguir con mucha calma.”

- No tengáis miedo, que soy muy prudente al volante...

“Aquel taxista nos iba ha salir parlanchín en extremo.”

- No nos referimos a ese tipo de hostia... -Carlos entraba a trapo-

“Lance un suave pero certero y bien calculado codazo al flanco derecho de Carlos.”

- ...Si no al retraso que acumulamos en muchos aspectos...

- Chicos, ya sabéis que la puntualidad es la asignatura pendiente de aprobación, en ese monopolio ferroviario y estatal que es la RENFE...

“Aquel hombre tenía ganas de charlar, a ser posible cargando las tintas contra las instituciones.”

- ...De modo que ha pasar las navidades con la familia ¿No?



Juntos hasta el final, hasta darnos la gran hostia.

Página 46.


Visita la web: Clica aquí.






sábado, diciembre 04, 2010

35ª enterga.

- ¡Pero que pasa! ¿Qué mierda elevada al cubo es esta?

“El taxi aceleró y se perdió entre el trafico en pocos segundos.”

- Mil pesetas -le reté de nuevo sonriendo por si colaba y recuperaba mi “talego”- a que el próximo taxi lo cogemos nosotros.

- ¿Sabes por donde te puedes meter tus apuestas? -Fue lo que conseguí por respuesta-

- Creo hacerme una ligera idea -le miré- de a que parte de mi anatomía te refieres.


“Urge en mi bolsillo y extraje un billete verde, se lo ofrecí a Carlos, que lo acepto sin ningún tipo de escrúpulos. Todo fuera en aras de la cordialidad.”

- ¿Estas seguro que no hay autobuses que pasen por el pueblo, o cerca de él?

- Oye... Llevo viviendo toda la vida aquí, y sé lo que hay, y lo que no hay.

“La lluvia sin previo aviso arreció, aumentando y amplificando el repiqueteo húmedo que producían las gotas de lluvia al impactar con violencia en la acera. Nos fusionamos con la pared.
El agua caía a menos de treinta centímetros de nuestras caras, salpicando nuestras botas y la parte baja de nuestras perneras. Indudablemente, la situación empezaba ha ser de lo más desagradable bajo aquella cornisa.”

- “Mi tierra gallega, donde el cielo es siempre gris...”

“Inició Carlos un canto de “Siniestro total” en galego, que no me atrevo ha poner por escrito.”

- No hace falta que lo jures... Ni que lo cantes, solo vas a conseguir agravar las condiciones climáticas...

- ...El pazo de Meirás... -Insistía Carlos-

- Vamos dentro, me estoy calando los pies... y deja de cantar, lo haces fatal.

“Carlos dejó de cantar, y en el clima se empezó ha notar.”

- ¡Espera! -Me agarró del brazo- creo que por allí viene un taxi.

“Aquello era como una de las siete maravillas del mundo antiguo, una gratificante visión.
Era verdad que se acercaba un taxi, describiendo la misma trayectoria que el “Patrol” de Maxi. Con la única diferencia que estaciono en su para ello indicada parada.
Nada mas detener el motor...”

- Toma...

“Carlos me dio su mochila y salió corriendo de la misma manera que un poseso, en dirección al taxi recién estacionado, abordándolo como un autentico corsario del siglo XVI.
La puerta del conductor se abrió y por ella salió el taxista, que al instante accionó un paraguas automático bajo el cual se refugió.
Se dirigió a la parte trasera del coche al encuentro de Carlos, que no perdió la oportunidad de buscar cobijo bajo el negro paraguas.
Hablaron unos segundos... Sin esperar una señal salí corriendo lo mas deprisa que me permitían las dos mochilas... Jadeé... Antes de llegar a la altura del Mercedes el maletero ya estaba abierto.”




- ¡Pero que pasa! ¿Qué mierda elevada al cubo es esta?


“El taxi aceleró y se perdió entre el trafico en pocos segundos.”

- Mil pesetas -le reté de nuevo sonriendo por si colaba y recuperaba mi “talego”- a que el próximo taxi lo cogemos nosotros.

- ¿Sabes por donde te puedes meter tus apuestas? -Fue lo que conseguí por respuesta-

- Creo hacerme una ligera idea -le miré- de a que parte de mi anatomía te refieres.

“Urge en mi bolsillo y extraje un billete verde, se lo ofrecí a Carlos, que lo acepto sin ningún tipo de escrúpulos. Todo fuera en aras de la cordialidad.”

- ¿Estas seguro que no hay autobuses que pasen por el pueblo, o cerca de él?

- Oye... Llevo viviendo toda la vida aquí, y sé lo que hay, y lo que no hay.

“La lluvia sin previo aviso arreció, aumentando y amplificando el repiqueteo húmedo que producían las gotas de lluvia al impactar con violencia en la acera. Nos fusionamos con la pared.
El agua caía a menos de treinta centímetros de nuestras caras, salpicando nuestras botas y la parte baja de nuestras perneras. Indudablemente, la situación empezaba ha ser de lo más desagradable bajo aquella cornisa.”

- “Mi tierra gallega, donde el cielo es siempre gris...”

“Inició Carlos un canto de “Siniestro total” en galego, que no me atrevo ha poner por escrito.”

- No hace falta que lo jures... Ni que lo cantes, solo vas a conseguir agravar las condiciones climáticas...

- ...El pazo de Meirás... -Insistía Carlos-

- Vamos dentro, me estoy calando los pies... y deja de cantar, lo haces fatal.

“Carlos dejó de cantar, y en el clima se empezó ha notar.”

- ¡Espera! -Me agarró del brazo- creo que por allí viene un taxi.

“Aquello era como una de las siete maravillas del mundo antiguo, una gratificante visión.

Era verdad que se acercaba un taxi, describiendo la misma trayectoria que el “Patrol” de Maxi. Con la única diferencia que estaciono en su para ello indicada parada. Nada mas detener el motor...”

- Toma...

“Carlos me dio su mochila y salió corriendo de la misma manera que un poseso, en dirección al taxi recién estacionado, abordándolo como un autentico corsario del siglo XVI.

La puerta del conductor se abrió y por ella salió el taxista, que al instante accionó un paraguas automático bajo el cual se refugió.

Se dirigió a la parte trasera del coche al encuentro de Carlos, que no perdió la oportunidad de buscar cobijo bajo el negro paraguas.

Hablaron unos segundos... Sin esperar una señal salí corriendo lo mas deprisa que me permitían las dos mochilas... Jadeé... Antes de llegar a la altura del Mercedes el maletero ya estaba abierto.”

miércoles, diciembre 01, 2010

"Acariciar los sueños de un niño"



"Sueños III"
 




Visitas ignoradas, existencias desapercibidas que habitan en la mente del niño mecida por Morfeo. Livianos pasos que dejan marca, en las mullidas praderas oníricas donde juegan los críos. La fijación del adulto en el inconsciente del niño se da cuando los mayores dejamos de jugar y ellos siguen con la aventura. Nos trasportan sin saberlo a sus sueños y vivimos otras vidas que nos son casi ajenas. Al amanecer nos sorprendemos de las aventuras vividas en mares puros donde reinan vientos frescos y simpáticos animales marinos. La sencillez nos abruma, cerremos los ojos y naveguemos con ellos.