BANNER página WEB.

Buscar

jueves, diciembre 29, 2011

72ª entrega. El lobo Gallego.

El lobo Gallego.



“A unos seis pasos a mi izquierda chirriaron los goznes oxidados de una puerta, por ella salieron Isabel y Mariano. Mi hermana no presentaba buen aspecto.”

- Ezkerrikasko neska, quiere decir muchas gracias en Euskera -le informé a Raquel- gutxi gora bera. Perdona, pero a veces intercalo palabras en vasco sin darme cuenta. Quizá es una forma de reafirmar mi procedencia en un medio que me resulta hostil.

“Unos pasos más y mi hermana seguida del perrito faldero de Mariano llegaron a nuestra altura. Mi cuñado me obsequió con su sonrisa especialidad de la casa que afirmaba sin mediar palabra, ¡Qué pedazo prima tienes!

- ¿Obeto zaude? -Pregunté a Isabel con un marcado tono de preocupación, ya que su salud no era por aquel entonces el anagrama de la solidez-

- Bai, piska bat obeto nago. Eta zu, ¿zer moduz bidaian?

- Komentarik gabe. -Respondí-

“Miré de soslayo a Raquel, que adoptó una expresión de resignada espera ante una “jerga” -según el lobo- que no comprendía. Decidí ser moderadamente cortes, discretamente considerado, comedidamente educado y reservadamente diplomático.”

  - Barkatu Raquel, pero es pura inercia, en cuanto nos vemos, automáticamente hablamos en Euskera.




“A unos seis pasos a mi izquierda chirriaron los goznes oxidados de una puerta, por ella salieron Isabel y Mariano. Mi hermana no presentaba buen aspecto.” - Ezkerrikasko neska, quiere decir muchas gracias en Euskera -le informé a Raquel- gutxi gora bera. Perdona, pero a veces intercalo palabras en vasco sin darme cuenta. Quizá es una forma de reafirmar mi procedencia en un medio que me resulta hostil. “Unos pasos más y mi hermana seguida del perrito faldero de Mariano llegaron a nuestra altura. Mi cuñado me obsequió con su sonrisa especialidad de la casa que afirmaba sin mediar palabra, ¡Qué pedazo prima tienes! - ¿Obeto zaude? -Pregunté a Isabel con un marcado tono de preocupación, ya que su salud no era por aquel entonces el anagrama de la solidez- - Bai, piska bat obeto nago. Eta zu, ¿zer moduz bidaian? - Komentarik gabe. -Respondí- “Miré de soslayo a Raquel, que adoptó una expresión de resignada espera ante una “jerga” -según el lobo- que no comprendía. Decidí ser moderadamente cortes, discretamente considerado, comedidamente educado y reservadamente diplomático.” - Barkatu Raquel, pero es pura inercia, en cuanto nos vemos, automáticamente hablamos en Euskera.



Arte inconformista.

miércoles, diciembre 28, 2011

71ª entrega el lobo Gallego

El lobo Gallego.


“Tenía razón. Esa hipócrita carrera llamada diplomacia, no iba con mi forma de entender las relaciones humanas.”

- Perdona, -la interrumpí- Intuyo, que te refieres a Juan, ya que el altercado con Maxi no te ha llamado la atención. Supongo que nuestra breve platica ya os la ha comentado.

“Atrás quedo un pasillo lateral que daba acceso a uno de los tres balcones del caserón.”

- No ha sido muy inteligente por tu parte -me recriminó- a la primera de cambio, el haberte enemistado con una persona que no conoces de nada. Más siendo familiar tuyo.

“Llegamos a la segunda bifurcación del pasillo, esta vez a la derecha y Raquel frenó en seco su escultural figura, yo hice lo propio con mi agotado cuerpo, y volví a perderme en sus ojos mientras le contestaba.”

- Puede que en parte tengas razón, sin embargo en lo que no estoy de acuerdo, es en tu afirmación de que yo no conozco a Juan. En algunos casos no hace falta conocer a una persona, para saber el mínimo imprescindible que decida si es de tu agrado. En este caso en particular, lo poco que sé de Juan, obliga a mí conciencia a obrar en consecuencia, es decir, ignorarlo totalmente, como si no lo viera y se tratara de un espejismo.

“Raquel desplazó el peso de su cuerpo de una pierna a la otra, consiguiendo un sutil movimiento de caderas, que personalmente me hacía perder la cabeza.”

- Da gusto comprobar que el paso del tiempo no corrompe a todos por igual. Me atrevería a decir que hay personas inmunes, tu por ejemplo -sonrió- sigues estando tan adorablemente loco como recuerdo.

“No supe si facturarla directamente a la Mierda, por dudar y poner en entredicho mi cordura, o presentarle mis respetos por dorarme la píldora y sugerir que aquí un servidor pudiera ser adorable. Me incline por lo segundo.”

- Eskerrikasko neska. -Me reí con ganas- Creo no equivocarme al pensar que lo de “adorablemente loco” es un cumplido.

- ¿Eskerrikasko? ¿Neska? -El bello rostro de mi prima se convirtió en una duda-




“Tenía razón. Esa hipócrita carrera llamada diplomacia, no iba con mi forma de entender las relaciones humanas.” - Perdona, -la interrumpí- Intuyo, que te refieres a Juan, ya que el altercado con Maxi no te ha llamado la atención. Supongo que nuestra breve platica ya os la ha comentado. “Atrás quedo un pasillo lateral que daba acceso a uno de los tres balcones del caserón.” - No ha sido muy inteligente por tu parte -me recriminó- a la primera de cambio, el haberte enemistado con una persona que no conoces de nada. Más siendo familiar tuyo. “Llegamos a la segunda bifurcación del pasillo, esta vez a la derecha y Raquel frenó en seco su escultural figura, yo hice lo propio con mi agotado cuerpo, y volví a perderme en sus ojos mientras le contestaba.”




Arte inconformista.

lunes, diciembre 19, 2011

70ª entrega El lobo gallego

El lobo Gallego.



- Desde luego hay personas que no cambian. -Dijo soltando su mano de la mía-

“Raquel posó sus manos en su cintura y me miró con suma atención. Hasta aquel preciso instante no recordé o no quise recordar, que me hallaba en compañía de una mujer que tenía en el bolsillo, a media burocracia provincial”.

- Demasiadas cosas y mucha gente han cambiado en estos últimos cuatro años.-le dije-

- No siempre controlamos los derroteros de nuestra vida.

- Ya no somos los mismos -continué- ni tú, ni Carlos, ni la familia.

“Ella me miraba tan fija y detenidamente, que creí y temí derretirme allí mismo bajo su influjo dejando un solitario y puto charco como única prueba de mi fugad existencia.”

- Tienes razón, el tiempo lo cambia todo, o casi todo. A veces echo de menos la despreocupación que reinaba en mi vida, tiempo atrás.

“Enfrentamos fijamente nuestras pupilas durante unos segundos y llegamos a comprender sin mediar palabra que aquel asalto había concluido de momento. Teníamos a la abuela enfriándose en casa y debíamos cumplir con el ritual.”

- Por cierto ¿sabes en que habitación se encuentra mi hermana?

- Sígueme... Todavía no has visto al resto de la familia. No recordaba una reunión así desde la boda de Laura.

“Comenzamos ha andar por el pasillo dejando a la izquierda la puerta de la sala de estar. Mi mente era un hervidero de sentimientos enfrentados. Había algo que no marchaba como debiera. Allí estaba yo flirteando con el lugar teniente del bloque norte, y eso decididamente, no podía ni debía ser muy sensato de mi parte.”

- Supongo que eres consciente -su voz cambió a un tono severo- de que no estas obrando diplomáticamente...




- Desde luego hay personas que no cambian. -Dijo soltando su mano de la mía- “Raquel posó sus manos en su cintura y me miró con suma atención. Hasta aquel preciso instante no recordé o no quise recordar, que me hallaba en compañía de una mujer que tenía en el bolsillo, a media burocracia provincial”. - Demasiadas cosas y mucha gente han cambiado en estos últimos cuatro años.-le dije- - No siempre controlamos los derroteros de nuestra vida. - Ya no somos los mismos -continué- ni tú, ni Carlos, ni la familia. “Ella me miraba tan fija y detenidamente, que creí y temí derretirme allí mismo bajo su influjo dejando un solitario y puto charco como única prueba de mi fugad existencia.” - Tienes razón, el tiempo lo cambia todo, o casi todo. A veces echo de menos la despreocupación que reinaba en mi vida, tiempo atrás. “Enfrentamos fijamente nuestras pupilas durante unos segundos y llegamos a comprender sin mediar palabra que aquel asalto había concluido de momento. Teníamos a la abuela enfriándose en casa y debíamos cumplir con el ritual.” - Por cierto ¿sabes en que habitación se encuentra mi hermana? - Sígueme... Todavía no has visto al resto de la familia. No recordaba una reunión así desde la boda de Laura. “Comenzamos ha andar por el pasillo dejando a la izquierda la puerta de la sala de estar. Mi mente era un hervidero de sentimientos enfrentados. Había algo que no marchaba como debiera. Allí estaba yo flirteando con el lugar teniente del bloque norte, y eso decididamente, no podía ni debía ser muy sensato de mi parte.” - Supongo que eres consciente -su voz cambió a un tono severo- de que no estas obrando diplomáticamente...



Arte inconformista.