El lobo Gallego.
- Hasta luego -me despedí aliviado-
“Sin darles lugar a réplica, cruzamos el umbral de la puerta abierta, y lo que allí vi, convirtió mi temperamental caudal sanguíneo en microscópicos cubitos de hielo. La distribución del dormitorio se asemejaba a la de mi peor pesadilla. Un padre nuestro comenzó a machacar mis tímpanos sin consideración.”
- Padre nuestro que estas en los cielos... -coro de viejas y decrépitas voces-
“El ataúd, al igual que el de mi mal sueño, reposaba sobre dos robustos caballetes negros.”
- ... Santificado sea tu nombre...
“A diferencia de mi pesadilla, la habitación doliente se hallaba colmada de plañideras de oficio. La cama fue desmontada y a lo largo de dos paredes se colocaron sillas.”
- ...Venga a nosotros tu reino... –-coros-
“Cuatro gruesos cirios rojos situados a la cabecera y a los pies del féretro, iluminaban la habitación con sus mortecinas y vacilantes llamas, lo justo, como para mantener la oscuridad exiliada en las paredes.”
-...Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo...
“La vacilante luz de los cirios se reflejaba en los pétalos de las flores y sacaba llamas de aquellas fúnebres coronas.”
-...El pan nuestro de cada día... -corales-
“El dormitorio olía a claveles, rosas y cirios... El ambiente estaba cargado con la respiración de al menos 16 personas, las persianas estaban cerradas.”
-...Perdona nuestras deudas, así como nosotros...
“Dos coronas se apoyaban a los pies del ataúd, me negué ha leer los mensajes escritos en gruesas letras doradas. Me sentí observado con razón.”
-...y no nos dejes caer en la tentación, más...
- Hasta luego -me despedí aliviado-
“Sin darles lugar a réplica, cruzamos el umbral de la puerta abierta, y lo que allí vi, convirtió mi temperamental caudal sanguíneo en microscópicos cubitos de hielo. La distribución del dormitorio se asemejaba a la de mi peor pesadilla. Un padre nuestro comenzó a machacar mis tímpanos sin consideración.”
- Padre nuestro que estas en los cielos... -coro de viejas y decrépitas voces-
“El ataúd, al igual que el de mi mal sueño, reposaba sobre dos robustos caballetes negros.”
- ... Santificado sea tu nombre...
“A diferencia de mi pesadilla, la habitación doliente se hallaba colmada de plañideras de oficio. La cama fue desmontada y a lo largo de dos paredes se colocaron sillas.”
- ...Venga a nosotros tu reino... –-coros-
“Cuatro gruesos cirios rojos situados a la cabecera y a los pies del féretro, iluminaban la habitación con sus mortecinas y vacilantes llamas, lo justo, como para mantener la oscuridad exiliada en las paredes.”
-...Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo...
“La vacilante luz de los cirios se reflejaba en los pétalos de las flores y sacaba llamas de aquellas fúnebres coronas.”
-...El pan nuestro de cada día... -corales-
“El dormitorio olía a claveles, rosas y cirios... El ambiente estaba cargado con la respiración de al menos 16 personas, las persianas estaban cerradas.”
-...Perdona nuestras deudas, así como nosotros...
“Dos coronas se apoyaban a los pies del ataúd, me negué ha leer los mensajes escritos en gruesas letras doradas. Me sentí observado con razón.”
-...y no nos dejes caer en la tentación, más...
Arte inconformista.