“Secándose las lagrimas con un pañuelo, señaló una de las sillas para que me sentara. Obedecí.”
- No sé que te han contado, ni quién ha sido, pero sospecho que han exagerado un poco. Tío Antonio y la abuela nunca dejaron de hablarse ya que sus diferencias en el manejo de los negocios no enturbiaron hasta ese punto la relación. No olvides que siempre será su hijo y tiene todo el derecho a entrar en la casa como los demás. Sé que hay un testamento, pero desconozco el contenido. Conociendo a la abuela me consta que la casa será para todos por igual, sin posibilidad de venta en un último y desesperado intento de unir a sus hijos.
“Mi madre jugueteaba ansiosa con el pañuelo, de la misma manera que los recuerdos traveseaban en su mente, como un ruido de fondo que enturbiaba su conversación.”
- Quieres decir que la casa se convertirá en tierra de nadie en esta puja, una especie de embajada de la cordialidad.
- Legalmente, -me informó mi madre- los negocios de la abuela fueron fraccionados entre los hermanos que velaron por sacarlos adelante. Los barcos de bajura, la explotación ganadera y la gestión de los pinares se los reservó para sí.
- ¿Qué pasa con el contrabando de tabaco? -pregunté sin dosificar mi tacto-
“Me miró atentamente, aquella fue la primera vez en mi vida que formulé una pregunta, cuya posible respuesta, saciara una curiosidad hasta aquel momento dulcemente adormecida.”
- Desconozco del todo el tema. Pero es posible que mi hermano Felipe este a cargo de ese asunto, y de todos los demás...
- Utilizando los barcos de la abuela para tal menester, supongo.
-...Directa o indirectamente, la mayoría de la familia trabaja con él. En pescaderías, en restaurantes, en talleres. Económicamente funcionan a la manera de una sociedad cooperativa limitada, la familia son los socios, y gestionan sus recursos y estrategias comerciales en asambleas generales. Ten en cuenta que cuando menciono a la familia, incluyo a mis primos y su descendencia. En cuanto a la cuestión de los barcos, tengo entendido que ahora utilizan otro tipo de embarcaciones para hacer contrabando, manteniendo al margen el negocio pesquero.
- No sé que te han contado, ni quién ha sido, pero sospecho que han exagerado un poco. Tío Antonio y la abuela nunca dejaron de hablarse ya que sus diferencias en el manejo de los negocios no enturbiaron hasta ese punto la relación. No olvides que siempre será su hijo y tiene todo el derecho a entrar en la casa como los demás. Sé que hay un testamento, pero desconozco el contenido. Conociendo a la abuela me consta que la casa será para todos por igual, sin posibilidad de venta en un último y desesperado intento de unir a sus hijos.
“Mi madre jugueteaba ansiosa con el pañuelo, de la misma manera que los recuerdos traveseaban en su mente, como un ruido de fondo que enturbiaba su conversación.”
- Quieres decir que la casa se convertirá en tierra de nadie en esta puja, una especie de embajada de la cordialidad.
- Legalmente, -me informó mi madre- los negocios de la abuela fueron fraccionados entre los hermanos que velaron por sacarlos adelante. Los barcos de bajura, la explotación ganadera y la gestión de los pinares se los reservó para sí.
- ¿Qué pasa con el contrabando de tabaco? -pregunté sin dosificar mi tacto-
“Me miró atentamente, aquella fue la primera vez en mi vida que formulé una pregunta, cuya posible respuesta, saciara una curiosidad hasta aquel momento dulcemente adormecida.”
- Desconozco del todo el tema. Pero es posible que mi hermano Felipe este a cargo de ese asunto, y de todos los demás...
- Utilizando los barcos de la abuela para tal menester, supongo.
-...Directa o indirectamente, la mayoría de la familia trabaja con él. En pescaderías, en restaurantes, en talleres. Económicamente funcionan a la manera de una sociedad cooperativa limitada, la familia son los socios, y gestionan sus recursos y estrategias comerciales en asambleas generales. Ten en cuenta que cuando menciono a la familia, incluyo a mis primos y su descendencia. En cuanto a la cuestión de los barcos, tengo entendido que ahora utilizan otro tipo de embarcaciones para hacer contrabando, manteniendo al margen el negocio pesquero.
Arte inconformista.