BANNER página WEB.

Buscar

sábado, mayo 15, 2010

26ª ENTREGA

El lobo Gallego.

Desgraciadamente fueron inútiles todos los esfuerzos por mi parte.
A continuación, todas las glándulas sudoripedas de mi angustiado cuerpo comenzaron ha segregar líquidos de una
manera alarmante, en una infructuosa tentativa de mantener estable mi en ascenso temperatura corporal.
Regueros de sudor brotaron de mi epidermis serpenteando en descenso por toda mi piel.
Intente limpiarme la frente del viscoso sudor, no pude. Mis brazos y por extensión mis obedientes manos se negaron ha cumplir mis deseos.
Mis piernas dejaron de andar, mis pies se anclaron en el frío suelo, y yo quede en posición de firmes frente el ataúd y entre los dos primeros cirios azules... ¡Mierda! ¿No eran rojos hace un momento? -Me interrogue acojonado a mí mismo- A mis pies aparecieron dos coronas, cuyas cintas doradas rezaban respectivamente: “Fuisteis tan buenos.” “Jamás os olvidaremos.” ...¡Otra vez Mierda! ¿Porqué pluralizaban aquellas dos putas cintas?
Solo había una caja, he incluso era excesivamente pequeña para dar cobijo a un cuerpo adulto de termino medio.

mis pies se anclaron en el frío suelo
Mis pies se anclaron en el frio suelo


Página 38.

Visita la web: Clíca aquí.



No hay comentarios:

Publicar un comentario