Su imagen en la fotografía se desvanece degradada por tantos años de exposición al sol. La hojarasca del otoño cruje al ser mecida por el viento, al tiempo que acaricia su joven rostro. El panteón presenta un aspecto descuidado, como si hiciera mucho tiempo que nadie lo adecenta, el olvido sigue con su infatigable labor.
Eli era su nombre, por el que la llamaban sus seres queridos. Su cara desdibujada por la caída de los meses se me antoja muy años 70 del pasado siglo, era jipi. Nada indica ni su primer, ni su último día. Su edad desconocida, sus apellidos un insondable misterio.
El viento narra posibles historias que la arropen de contenido nebuloso. Eli zarpó en un barco llamado olvido un desconocido día, de un mes misterioso del año más oculto.
Feliz travesía.
Percibió el movimiento como un marcador de la realidad, realidad efímera condicionada por el paso del tiempo. Creyó entender por un momento que no es el tiempo el que pasa, sino las cosas y seres que se mueven o son movidas. El tic, tac del reloj atrajo su atención, el segundero se movía mientras el tiempo descansaba.
Relatos Pintura
BANNER página WEB.
Buscar
lunes, noviembre 01, 2010
Eli
Etiquetas:
blog personal,
Eli,
homenaje,
nostalgia al desnudo,
todos los santos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario